Los trabajadores y trabajadoras que prestan sus servicios en el Guillermo Molina se han concentrado esta mañana ante la sede de la empresa. De 80 trabajadores, solo han cobrado la nómina de agosto 15 del ICD y 5 de Delegación del Gobierno, ninguno de ellos la paga extra. La empresa les pide paciencia, pero los intereses bancarios les asfixian
Trabajadores y trabajadoras de la plantilla que presta sus servicios en el Guillermo Molina se han concentrado esta mañana ante la sede la empresa Hércules Servicios Generales de Integración para reclamar el abono de su paga extra de verano, que todavía están pendientes de percibir, así como exigir a la empresa que de aquí en adelante cumpla con lo estipulado en el Convenio Colectivo, en lo que respecta a el abono puntual de las nóminas.
Erhimo Abselam, trabajadora afectada, señala que ninguno de sus compañeros y compañeras han cobrado la nómina de agosto ni la paga extra del verano. Asimismo, Abselam afea que no se esté cumpliendo con el convenio colectivo que exige que la nómina sea abonada «del 1 al 3 y no el día 20 y 21». «Que nos abonen la paga extra y se pongan al día a partir del mes que viene», apunta la trabajadora, que denuncia que los intereses del banco les están asfixiando. «La empresa nos pide que tengamos paciencia y la hemos tenido desde junio, pero ya no podemos más porque los servicios básicos no conocen de paciencia«, añade.
Esta situación afecta a alrededor de 80 trabajadores y trabajadoras. Nadie ha cobrado la extra y unos pocos afortunados han cobrado la nómina: «solo los del ICD que son 15 y los de Delegación del Gobierno que son 5». Temen que el mes que viene vuelvan a verse en las mismas. Por ello, advierten que volverán a manifestarse y si no se soluciona irán a la huelga y no limpiarán.
Por su parte, el secretario de organización de CCOO, Ángel Lara, ha mostrado su apoyo al colectivo afectado y ha denunciado la situación de precariedad en la que se enfrenta. «Son personas que ganan 1.000 euros y difícilmente pueden asumir una situación de impago», apunta Lara. Asimismo, argumenta que en el caso de La Línea de la Concepción y en la ciudad autónoma hermana de Melilla se les ha retirado el servicio por parte del ayuntamiento aludiendo al «impago reiterativo al personal». Lara también culpa a la Ciudad «por permitir que haya trabajadores que no cobren las nóminas si ese dinero se le ha abonado previamente a la empresa».