Desde el Comité de Empresa advierten que la situación es muy complicada para todos los trabajadores de la empresa, no solo en el plano económico, sino también en el laboral, con una plantilla mermada que cuenta con una veintena de personas en ERTE y que vive en una incertidumbre total sin saber si cobrará la paga extraordinaria el mes que viene y temiendo que haya un recorte de personal
La plantilla de la empresa de autobuses Hadú-Almadraba todavía no ha cobrado las nóminas de octubre y advierte que presentará una denuncia ante la Inspección de Trabajo si no las reciben, a lo más tardar, este jueves. No obstante, el presidente del Comité de Empresa y delegado de CCOO, José Antonio Blanco, confía en que la empresa abone a tiempo los haberes del mes vencido y se pueda salvar un nuevo escollo en la complicada situación que atraviesa el transporte urbano en Ceuta desde el mes de marzo. La última bala de los trabajadores será volver a convocar una huelga como la del 9 de junio.
Del total de la plantilla, una veintena sigue sometida a un ERTE. Esta reducción de personal repercute en la calidad de vida de los/as trabajadores/as, bien porque ha perdido poder adquisitivo o bien porque ha aumentado su carga de trabajo. Una baja entre los trabajadores que hay en activo supone que, por lo general, otro sacrifique periodos de descanso para poder cubrir su turno; estando ya en el undécimo mes del año hay parte de la plantilla que no ha disfrutado de las vacaciones; y la incertidumbre en la que vive la plantilla es total, tanto a corto como a largo plazo, ya que se teme tanto por la próxima paga extraordinaria de diciembre, como por un posible recorte de plantilla que podría llegar sustrayendo una letra a la sigla ERTE y convirtiéndola en ERE.
La huelga que se convocó en verano duró apenas unas horas, el tiempo que la empresa y la Ciudad emplearon para alcanzar un acuerdo por el que el Ejecutivo local se comprometía a inyectarle 125.000 euros de liquidez adelantando el importe de los billetes subvencionados para determinados colectivos y también a otorgarle una concesión directa del servicio por un periodo de dos años y condicionada a la elaboración de un nuevo pliego de contratación para licitar el servicio de transporte urbano.
Si bien la primera parte del acuerdo se formalizó un mes después de verbalizarlo, la segunda se sigue demorando por los inexorables trámites burocráticos a los que hay que someter al «largo y complejo» expediente que ha elaborado la Consejería de Fomento y Turismo, según ha explicado en varias ocasiones su titular, Alberto Gaitán.
La empresa alega que la pandemia y el cierre de la frontera han provocado que registre pérdidas desde el mes de marzo y la actual situación de emergencia sanitaria, con esta virulenta segunda ola de coronavirus en Ceuta, sigue mermando el volumen de pasajeros impidiendo la recuperación económica. Bajo este contexto y con vistas al contrato de la concesión directa, en un primer momento, la intención de Hadú-Almadraba era que la Ciudad se comprometiese a asumir las pérdidas que se pudieran ocasionar hasta llegar «beneficio cero», pero Gaitán descartó está posibilidad a final de julio en un Pleno, durante una interpelación de Caballas.
Lo que sí ha anunciado recientemente el consejero es que los Presupuestos recogerán una partida destinada a “a poder solventar las dificultades que el transporte urbano ha tenido en nuestra ciudad”. Queda por ver si la empresa considera que la ayuda económica que el Ejecutivo quiere presupuestar es suficiente compensació para someterse a las obligaciones contractuales de una concesión directa, sobre todo, si estas implican mantener un mínimo de rotacioens diarias en todas las líneas o la obligación de tener en funcionamiento líneas que, por volumen de pasajeros, no cubren los costes del servicio.
Entre tanto, la plantilla y la ciudadanía son quienes siguen soportando sobre sus hombros los problemas que afectan al servicio de autobuses. Los primeros han visto como empeoran sus condiciones laborales de manera más que preocupante e incluso temen por el futuro de sus puestos de trabajo, los segundos se tienen que resignar a contar con un servicio de transporte urbano en las últimas con rotaciones mínimas en todas las líneas.