No podemos concebir una sociedad organizada sin que exista una Policía que asegure a sus miembros la seguridad interior, que repriman y prevengan los delitos contra las personas y las propiedades y que asegure también, la obediencia a los representantes estatales y locales.
Lo que quiero dejar claro es que la Policía tiene un papel especialmente relevante dentro de nuestro sistema sociopolítico, aunque en nuestra ciudad para los gobernantes, este sea un asunto al que no se le deba prestar atención, ya que no quieren saber nada. Craso error, porque las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad son las encargadas de garantizar los límites de la libertad y la seguridad de todos los ceutíes.
Nuestra Policía necesita un cambio de cultura organizativa, de esta forma conseguiremos responder eficazmente a las necesidades sociales, abordándolas con las herramientas más novedosas para combatir a la delincuencia. Se tiene la obligación de recuperar la figura del policía al servicio de la comunidad, desplegar agentes de la misma etnia u origen racial de la mayoría de los vecinos, consiguiendo de este modo, una mayor aceptación, para luego crear canales de información en la elaboración de planes de prevención y de intervención que faciliten el trabajo a estos agentes.
Mejorar las infraestructuras policiales, con la finalidad de dar mayor visibilidad y accesibilidad a nuestra Policía Local y para que esto se haga realidad se necesita una buena partida presupuestaria para tal fin. Otra iniciativa a tener en cuenta sería renovar y ajustar mediante leasing la flota de vehículos, ya que en la actualidad la mayoría (por no decir todos) están envejecidos y deteriorados. A esta flota se les debería de incorporar elementos de seguridad como puertas blindadas y dispositivos de reconocimiento ópticos, para la detección de infracciones y localización automática de vehículos robados. A todo este esfuerzo inversor añadirle la renovación total del vestuario de los agentes, diseñado para poder realizar con mayor destreza su trabajo en las calles.
Así conseguiríamos dar un gran salto en la modernización de infraestructuras policiales además de las tecnologías de la información y de la comunicación, logrando situar a nuestra Policía Local como una organización de referencia a nivel nacional.
La renovación de las tecnologías significa optimizar el rendimiento de gestión y la reducción de los tiempos de respuesta a las demandas ciudadanas. No debemos obviar que la creación de alianzas debería de estar en la agenda de las Policías. Fusión con las Administraciones, representantes colectivos de ciudadanos y asociaciones, implicando tanto a unas como otras en la construcción de un concepto de seguridad que contribuya al aumento de la calidad de vida y coopere con los sectores de Urbanismo, Educación, Servicios sociales, etc.
En medio de esta marejada que nos está agitando con tanto ímpetu, existen evidencias de que ha salido a flote, para no volverse a hundir, la imprescindible labor del servicio público de todos aquellos que integran Policía Local y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
José Antonio Carbonell Buzzian. Asesor, auditor y consultor en seguridad.