Los delincuentes contactan con mujeres a las que logran estafar haciéndose pasar por sus hijos para solicitarles de manera urgente una cantidad de dinero para hacer frente a un problema inmediato. Para perfeccionar el engaño alegan que no pueden comunicarse directamente con su teléfono habitual debido a supuestos problemas con su terminal y que no pueden recibir llamadas
Investigadores de la Policía Nacional han detectado una nueva modalidad de estafa cometida a través de WhatsApp. Los estafadores contactan con mujeres y las engañan haciéndose pasar por sus hijos para solicitarles de manera urgente dinero, con el fin de hacer frente a un problema inmediato. Para lograr el engaño alegan que no pueden comunicarse directamente con su teléfono habitual debido a supuestos problemas con su terminal y que no pueden recibir llamadas.
Ante esta situación las víctimas acceden a realizar las transferencias inmediatas tal y como les piden. Finalmente cuando ya se ha realizado la transacción y las perjudicadas consiguen hablar realmente con sus hijos, se dan cuenta de que realmente han sido víctimas de un engaño y ya no pueden cancelar la transferencia. En las últimas semanas se han detectado diversas estafas en diferentes puntos del país con los que los delincuentes han conseguido defraudar cantidades que oscilan entre los 2.000 y los 26.000 euros.
En caso de recibir una comunicación de este tipo, la Policía Nacional recomienda no perder la calma y asegurarse antes de hacer ningún pago de que la persona que está contactando es realmente un familiar.
Yo les alerto sobre cómo amañan y falsean atestados la propia Policía. Su «modus operandi» es el siguiente (7401/20 UFAM):
1.- El agente 119.600 practica una detención por unos supuestos actos delictivos. Ante la falsedad de los hechos, el detenido se niega a firmar el acta y el agente escribe «SE OPONE», con letra temblorosa… Dicha acta se sitúa una hora antes para hacerla coincidir con el resto de diligencias.
2.- Como al Sr. Instructor 98.728, no le gusta la exposición del hecho delictivo, modifica el acta eliminando de la misma lo que no le interesa. Es cuando aparece otro instructor para esa acta (el «fantasma» 103.761) y la letra temblorosa del agente 119.600 es sustituida por otra, firme, en la que se lee «SE NIEGA».
3.- Tal «operación» le da una coartada a la Fiscala «Roy Bean» para presentar acusación por aquello que quiera, sin dar credibilidad, a pesar de ser igualmente grave y de similar naturaleza, a aquello que no le interesa, y considerando además, «todos los elementos objetivos del atestado» resulta lamentable que no considere objetiva la chapuza del propio falseamiento.
4.- El agente 119.600 testifica, en el juicio, lo que dos semanas antes había eliminado del atestado.
Así es cómo se falsea un atestado y cómo se presentan falsas acusaciones en el régimen bananero español, y si ustedes, Policía, se hubieran dedicado a hacer su trabajo en lugar de delinquir, no les habría sido difícil descubrir cómo la denunciante, dos semanas antes de presentar su denuncia y ustedes amañarla, presentó documentación con mi firma falsificada al objeto de cambiar al hijo de ambos de colegio…
Saludos cordiales