El concurso público de Muface para los años 2025 y 2026 ha quedado desierto, según ha comunicado la entidad pública. Esto significa que la Sanidad pública deberá integrar a 1,5 millones de personas, entre funcionarios y sus familiares, que hasta ahora recibían atención a través de aseguradoras privadas.
Las aseguradoras Asisa, DKV y Adeslas, que anteriormente proporcionaban cobertura, han decidido no participar en el nuevo concurso. La razón principal es la insuficiencia de la propuesta económica, que no satisface las demandas de incremento de prima solicitadas por estas compañías.
Impacto en la Sanidad Pública
Con la integración de estos mutualistas, la Sanidad pública se enfrenta al desafío de absorber un gran número de nuevos pacientes. Según Muface, el 65% de los afectados son docentes de primaria, secundaria y universitarios, mientras que un 17% pertenece a cuerpos de la Administración General del Estado.
A pesar de este cambio, Muface asegura que los mutualistas seguirán recibiendo las mismas prestaciones sanitarias y sociales que hasta ahora.
Reacciones y Ajustes Económicos
El Gobierno había aprobado una subida del 17,12% en la prima del concierto sanitario para los próximos dos años, distribuyéndose en un 16,5% en 2025 y un 0,62% en 2026. Sin embargo, esta cifra no alcanzó las expectativas de las aseguradoras, que pedían un aumento del 38%.
El Consejo de Ministros autorizó la celebración del concierto que finalmente quedó desierto, con la intención de mejorar las condiciones económicas ofrecidas a las aseguradoras. No obstante, las negociaciones no llegaron a buen puerto.
Próximos Pasos
Muface, como órgano de contratación, iniciará los trabajos para una nueva licitación. Se espera que esta nueva convocatoria incluya cambios en los parámetros del concurso, como la duración o el tipo de coberturas incluidas, en lugar de un simple aumento de la prima.
Mientras tanto, los contratos para el Instituto Social de las Fuerzas Armadas (Isfas) y la Mutualidad General Judicial (Mugeju) sí han encontrado aseguradoras interesadas. Asisa y Adeslas han presentado ofertas para estos colectivos, aunque DKV ha optado por no participar debido a las mismas razones económicas.
Este escenario plantea un reto significativo para la Sanidad pública, que deberá adaptarse rápidamente para garantizar la calidad del servicio a un número considerablemente mayor de usuarios.