El legado industrial de Bethlehem Steel es un recordatorio tangible del pasado industrial de Pensilvania. Los altos hornos de la antigua acerería, aunque corroídos por el óxido, siguen en pie como testigos del esplendor industrial que una vez caracterizó a esta región. Desde aquí se produjo el acero para iconos arquitectónicos como el edificio Chrysler y el puente Golden Gate.
En el contexto electoral actual, el condado de Northampton, hogar de Bethlehem, tiene un valor simbólico significativo. Históricamente, el candidato que gana en este condado suele ganar en todo el estado, lo que lo convierte en un barómetro político crucial. En las elecciones de 2020, la diferencia entre Joe Biden y Donald Trump fue mínima, lo que subraya su importancia estratégica.
La economía de Pensilvania ha evolucionado, pasando de la industria pesada a sectores como la salud y la educación. John K. Landis, profesor emérito y guía turístico, destaca que aunque la industria pesada ha disminuido, la región ha encontrado nuevas fuentes de empleo. Según Landis, los salarios están aumentando, el empleo mejora y la inflación, aunque problemática, está disminuyendo.
Por otro lado, Glenn Geissinger, publicista y líder republicano, critica a los demócratas por abandonar a la clase trabajadora. Argumenta que Donald Trump logró conectar con los trabajadores en 2016 al enfocarse en empleos y seguridad. Geissinger cree que Kamala Harris no tiene el mismo atractivo entre los trabajadores que Biden.
Los sindicatos, tradicionalmente aliados de los demócratas, ya no son un bloque monolítico. Algunos, como el sindicato de camioneros, han mostrado apoyo a Trump. Sin embargo, el Partido Demócrata sigue presentándose como defensor de los obreros, con su sede en Northampton ubicada en la Union Steel Workers.
La inflación es otro tema candente en Pensilvania. Los precios en la región del Atlántico Medio han aumentado significativamente, superando la media nacional. Esto ha generado debates sobre el impacto económico de las políticas actuales. Mientras algunos votantes, como María Batista, recuerdan tiempos mejores bajo Trump, otros, como Pamela Harris, minimizan la subida de precios.
En Northampton, donde la renta per cápita ha crecido constantemente, la inflación podría no ser tan decisiva. Sin embargo, en otras partes del estado, podría influir más en las decisiones de los votantes. La sensación de inseguridad laboral persiste, alimentada por el cierre de fábricas y el cambio hacia una economía de servicios.
Finalmente, la activista demócrata anónima resume el sentimiento de muchos: la pérdida de empleos seguros y bien remunerados ha dejado un vacío que el crecimiento en otros sectores aún no ha llenado. Esta nostalgia por un pasado más estable podría inclinar la balanza electoral en Pensilvania.