La nueva relación de España y Marruecos se ha estrenado en materia migratoria con una tragedia: al menos 18 muertos y 322 heridos
Al menos 18 migrantes murieron ayer en enfrentamientos entre cientos de personas que querían cruzar a España y las fuerzas de seguridad marroquíes, según las autoridades de la provincia de Nador, vecina de Melilla.
La Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), también con base en Nador, aseguró anoche que podrían haber fallecido además dos gendarmes, cosa que Marruecos no ha reconocido. Aún en territorio marroquí, se produjeron 76 heridos entre los migrantes, 13 de ellos graves, y 140 entre los policías alauís, varios de ellos de gravedad. Sin embargo, el número de personas que aparece en el suelo en uno de los vídeos grabados tras los choques hace temer que la cifra real de víctimas sea más elevada.
Marruecos asegura que los migrantes usaron «métodos muy violentos» y que las muertes se produjeron en una estampida del grupo inicial, cifrado por España en 2.000 personas, o bien que al caer al suelo cuando escalaban la valla. Otras fuentes hablan de asfixia cuando un grupo habría quedado atrapado y amontonado en una hondonada cercana a la perímetro fronterizo.
De la intensidad del acontecimiento dan cuenta imágenes que muestran a policías marroquíes lanzando gases y piedras contra un grupo de migrantes cerca de un vallado todavía en territorio alauí. También un vídeo de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos documenta un gran número de migrantes amontonados en el suelo bajo la vigilancia de la Policía marroquí.
En el lado español, el Gobierno informó de que 133 personas accedieron a Melilla. Hay heridos 49 guardias civiles y 57 inmigrantes, de los cuales tres tuvieron que ser hospitalizados. Las lesiones de los guardias civiles son, en principio, leves.
Según la Delegación de Gobierno, a las 8.40 horas, medio millar de migrantes «perfectamente organizados y violentos» rompió con una cizalla la puerta de acceso del control fronterizo de Barrio Chino y entró en Melilla saltando por el tejado de dicho control, cerrado desde el 13 de marzo de 2020. Algo más de un centenar de subsaharianos logró llegar al CETI, donde otros migrantes que llevan alojados allí desde marzo ayudaron a muchos de ellos, exhaustos y con heridas tras el salto y los enfrentamientos con los agentes tanto marroquíes como españoles.