Un grupo de abogados ha presentado este lunes ante la Corte Penal Internacional (CPI) una acusación formal contra la Unión Europea (UE) por la muerte de miles de migrantes en el Mediterráneo.
Un grupo de abogados ha interpuesto una denuncia contra la Unión Europea (UE) ante la Corte Penal Internacional (CPI), organismo jurídico de las Naciones Unidas que se encarga de juzgar a las personas o naciones acusadas de cometer crímenes de guerra, de genocidio, de agresión y de lesa humanidad. Los denunciantes aseguran tener pruebas que demostrarían que la UE permitió la cancelación de la Operación Mare Nostrum en 2014, reemplazada posteriormente por la Operación Tritón. Entre otras cosas, esta última no patrullaba las costas de Libia aunque el conflicto bélico que asolaba el país estaba en plena ebullición. Para los abogados esto supuso un aumento de muertes en el Mediterráneo del que la UE sería, cuanto menos, cómplice.
La Cadena Ser recoge unas declaraciones de Sara Prestianni, investigadora y miembro del comité ejecutivo de EuroMedRights, en las que señala que esta denuncia contra la Unión Europea es fundamental para poner cara «a los responsables jurídicos y políticos de las violaciones continuas de los derechos humanos en el territorio libio». Además, Prestianni advierte que las responsabilidades no se pueden achacar en exclusiva a los libios ya que estos “han sido formados, han recibido dinero, han tenido apoyo concreto y político de la Unión Europea y de algunas personas y estados miembros en particular”.
La política migratoria de la UE
Asimismo, Prestianni critica la gestión migratoria de la UE asegurando que esta se basa principalmente en la externalización de fronteras y que algunos de los fondos que se destinan a terceros países para que hagan las veces de filtro migratorio de la UE (como en los casos de Marruecos o Turquía) provienen de partidas de fondos que están pensadas para el desarrollo y no para el control fronterizo.
Igualmente, la investigadora lamenta que, con el fin de evitar que los migrantes lleguen a Europa, la UE ha «olvidado todos los convenios internacionales que ha firmado«. Es más, Prestianni piensa que existe una voluntad política tras ese «olvido» y que muchos países aprovechan la coyuntura del fenómeno migratorio para desviar la atención del fracaso de sus propias políticas.
También señala Prestianni que la estrategia actual de los países desarrollados para combatir la inmigración es la del bloque económico. Donal Trump y las políticas migratorias que ha implementado en Estados Unidos serían el ejemplo paradigmático de esta tendencia. A través de las amenazas de imponer un bloqueo económico, Estados Unidos está externalizando sus fronteras y países como México ya se prestan a la colaboración para librarse de la amenaza económica. Esto, según Prestianni, sería lo mismo que está haciendo la UE con países como Túnez, Turquía, Libia o Marruecos.