En noviembre de 2018 una vez superados todos los trámites del expediente Proyecto “Cubierta para pista deportiva con local social en Barriada Juan XXIII” con un plazo de ejecución de 7 meses, se inician los trabajos y se procede a la demolición de las estructuras existentes (club social y pista deportiva). En el mes de mayo 2019 la obra queda totalmente paralizada, desconociéndose sus motivos.
Desde entonces los vecinos andamos en un peregrinar de responsable en responsable para que de una vez se inicien de nuevo las obras, pero no hay manera de que nadie asuma el escándalo que supone nuestras situación. Porque ese es el nombre que merece el hecho de que nos hayan derribado el local social y se haya removido la tierra de la zona deportiva para luego no hacer absolutamente nada. De esta forma no solo no contamos con la precaria situación anterior, sino que ahora no tenemos nada. Bueno si: tenemos un montón de tierra removida…
El proyecto está aprobado, hay presupuesto para ejecutarlo, pero parece ser que la empresa pública TRAGSA, la encargada de la obra, le importa bien poco el bienestar de nuestra barriada. Y es que solo desde esta óptica puede entenderse el absoluto abandono al que nos vemos sometidos. Abandono desde el inicio, porque primero resultó que había problemas con los materiales, luego diferencia en las mediciones para ejecutar el proyecto, después múltiples problemas de entendimiento entre la Ciudad y la empresa adjudicataria… Un rosario vergonzoso de excusas para dejar empantanada la situación. Y mientras los vecinos más de tres años sin dotaciones comunales.
Tampoco entendemos porque la Ciudad, que es la que encarga el proyecto, no toma cartas en el asunto, porque todo contrato, sea del tipo que sea, si alguna parte no cumple, la otra suele tener resortes legales para o bien forzar el cumplimiento, o bien resolver el contrato… A los vecinos el único resorte que nos queda es la denuncia pública y el derecho al pataleo. ¿Creen ustedes que van a servir de algo los cacareados planes de futuro para la ciudad si ni siquiera son capaces de conservar lo que tienen, si son inoperantes a la hora de resolver los problemas reales de una simple barriada? Dejen de vendernos humo y terminen de una vez nuestra obra.
Señores del gobierno de Ceuta; aunque la empresa adjudicataria sea TRAGSA la institución titular de la autoridad para que se ejecute la obra la tienen ustedes. Señores de TRAGSA, no asuman obras que no puedan o no quieran ejecutar. Los vecinos de Juan XXIII les agradeceríamos mucho a ambas partes contratantes que pensaran, aunque solo sea un momento, el enorme perjuicio que la desidia de ambos nos causa, no solo a nosotros sino también al prestigio de “lo público”.
Los vecinos de la barriada Juan XXIII tenemos paciencia pero no somos idiotas.