Pilar Martín Nájera, Fiscal de Sala Delegada contra la Violencia sobre la Mujer del Tribunal Supremo, cree que las redes sociales son un medio «sin filtro» para que estereotipos sexistas y mitos como el del «amor romántico» calen entre la juventud y contribuyan a perpetuar la violencia de género.
Pilar Martín Nájera, Fiscal de Sala Delegada contra la Violencia sobre la Mujer del Tribunal Supremo, imparte hoy una charla bajo el título «Violencia de Género y Nuevas Tecnologías» en las jornadas sobre Violencia de Género y Menores que ha organizado el Colegio de Abogados de Ceuta.
Para la Fiscal, «a través de las redes sociales se transmiten muchos estereotipos sexistas que vuelven a reproducir mitos como el del amor romántico y una serie de ideas que los menores captan y les sirven para construir su propia identidad«. Además, Martín Nájera advierte que estas ideas «no tienen ningún tipo de filtro porque los jóvenes cada vez consultan menos a sus padres, cada vez leen menos periódicos, o ven menos televisión, y las redes sociales son su única fuente de información, de formación y de comunicación. Entonces, ahí tenemos un problema a la hora de atajar la violencia de género«.
Si bien la representante del Ministerio Fiscal reconoce que en casos de violencia física sí hay avances y la juventud la rechaza con contundencia, advierte que en casos de violencia psicológica (control, humillación, coacción…) «no se identifica tan pronto como violencia de género y es violencia de género» y considera que, cuando se producen casos de violencia psicológica a través de las redes sociales, «los efectos son muchos más perniciosos que una torta«.
Viralización de la Violencia de Género en redes sociales
El fenómeno de la «viralización» de contenidos compartidos en redes sociales agrava los casos de violencia de género que se producen mediante el uso de las nuevas tecnologías. La Fiscal señala que «las injurias, las fotos, etc., se expanden y no hay posibilidad de cortarlo. La víctima nunca sabe quién puede haber tenido acceso y provoca la sensación de que todo el mundo te mira, de que todo el mundo lo sabe».
En este sentido, Martín Nájera ha recordado el caso de Verónica Rubio, trabajadora de Iveco que se suicidó tras la difusión de varios vídeos privados de índole sexual entre los trabajadores de la empresa. «Hace poco tuvimos un suicidio de una mujer por unos vídeos sexuales que se difundieron en su centro de trabajo. Esto nos tiene que llevar a pensar en si somos responsables cada vez que vemos este tipo de contenido y lo compartimos. Pensamos que son actos inocuos y no lo son. A la víctima le puede estar afectando muchísimo. Para las víctimas es fundamental que la sociedad virtual también reaccione y se comprometa en defender los mismos derechos que hay en la vida real» apunta la Fiscal.
Nuevas medidas cautelares para proteger a las víctimas de ataques en redes sociales
Martín Nájera cree que las leyes van por detrás de los avances tecnológicos y que uno de los retos con respecto a la violencia de género es la actualización del Código Penal y la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Una de las medidas que propone es la de permitir que la Justicia decrete la retirada inmediata de los contenidos difamatorios o que atentan contra la intimidad de las víctimas de las redes. «La prisión provisional o el alejamiento no sirven de nada si el contenido sigue estando ahí. Si el juez ordena el bloqueo de esa página o que se retire ese archivo, estamos empezando a proteger a la víctima inmediatamente después de que lo denuncie y eso anima a denunciar» declara la Fiscal. Otra alternativa sería la de prohibir al «agresor» usar las redes sociales, aunque, para eso, Martín Nájera entiende necesaria la colaboración de los «servidores» y «proveedores de comunicación».
Actualizar la Ley Integral de Violencia de Género
Tal y como señala la representante del Ministerio Fiscal, «la Ley de Violencia de Género actual no se refiere para nada a las redes sociales porque es anterior. Es del año 2004 y las redes sociales han explotado y nos han invadido en muy poco tiempo». Por ello, cree que es necesario que ,cuando se cometan delitos relacionados con la violencia de género a través de las redes sociales, esto se considere como un agravante que suponga un aumento de la pena y lleve aparejada la indemnización del «daño moral«. Sin embargo, la Fiscal cree que no sería idóneo crear un único tipo delictivo único para casos de violencia de género en redes sociales porque considera que no sería «bien entendido por la sociedad».