A pesar de la gran acogida que ha tenido esta vuelta a clases, este año las familias deben enfrentarse a la inflación que deriva en la subida de precios del material escolar, lo que supone un gasto más elevado, sobre todo en familias sin recursos o numerosas
Las vacaciones de verano ya han quedado atrás y con ello todos los niños y niñas deben volver a las aulas, un momento que genera sensaciones muy diversas, y es que puede ser tan emocionante como estresante tanto para los profesores como para los alumnos. Este nuevo curso puede considerarse como «la vuelta a la normalidad», donde la mascarilla no es obligatoria y los alumnos pueden relacionarse con más libertad, un hecho que supone un «desahogo» para todos, así lo ha manifestado José María Gutiérrez profesor del Colegio Santiago Ramón y Cajal «Es una liberación poder trabajar con normalidad, olvidar los miedos con los que convivimos, sobre todo, al principio de la pandemia». Sin embargo, aseguran no bajar la guardia este año, adoptando las medidas necesarias para evitar el contagio masivo «estas medidas preventivas vienen dadas por la Dirección Provincial y no varían demasiado respecto a las que tuvimos a final de curso en cuanto a limpieza de manos y de aula».
José María Gutiérrez ha confesado que la vuelta a clases «me produce esas cosquillitas en el estómago de que algo importante va a ocurrir. La ilusión es siempre la misma. En el caso de los alumnos, ellos, por supuesto, vuelven con muchas ganas de ver a sus compañeros y de divertirse», un sentimiento que comparte su compañero Julio Martín que destaca la alegría que las sonrisas de los niños les han transmitido en este primer día «los niños han venido muy dispuestos a empezar y con su típico nerviosismo, además tenemos la suerte de tenerlos a ellos de años anteriores, lo cual nos genera mucha ilusión a todos».
«Aún es pronto para saber si a los niños les cuesta volver a la rutina, pero lo que hemos visto en las caras de muchos de ellos al volver al cole muestran que tienen ganas de encontrarse con sus compañeros y profesores. Este primer día se han encontrado muy participativos y con ganas de aprender en clase».
Ya son muchas las actividades planeadas no sólo para que los niños aprendan de una forma más dinámica, si no para concienciarlos desde muy pequeños sobre temas esenciales como es el bullying, en el caso del Colegio Santiago Ramón y Cajal, se fomenta el cine para sensibilizar sobre la importancia de ayudar y respetar a los demás.
En lo referente a la repetición de curso para los alumnos, se encuentran diversas opiniones, donde una parte del profesorado opina que será beneficioso para el alumno para garantizar su aprendizaje, mientras que la otra parte ha señalado la necesidad de buscar otras soluciones como es recuperar las asignaturas pendientes sin necesidad de alejar a dicho alumno de su clase, la cuál aseguran, en muchos casos consideran como un «sitio seguro» donde aprender.
Los padres y madres también han expresado la emoción que les supone a los pequeños volver a las aulas con total normalidad «ya era hora de que volvieran a la normalidad porque eran muchas horas con mascarillas puestas tanto en clase como en el recreo y esto les supone una liberación», manifiesta Alejandra Goig, madre de una familia numerosa que asegura sentirse satisfecha por volver a la rutina, alegando que «todo lo que aprendan es bueno».
«Los niños están contentos de volver a clase, y nosotros de que sigan aprendiendo mientras disfrutan con sus compañeros» afirman Rocío Carrillo y Luis Manuel Vilches, quien ha añadido que en su caso, el horario de este mes resulta un poco complicado al coincidir con su trabajo «este mes se sale antes, y para los padres que trabajamos es complicado porque no hay un aula matinal».
Una vuelta al cole afectada por la inflación
A pesar de la gran acogida que ha tenido esta vuelta a clases, este año las familias deben enfrentarse a la inflación que deriva en la subida de precios del material escolar, lo que supone un gasto más elevado, sobre todo en familias sin recursos o numerosas como es el caso de Alejandra «se ha disparado todo, los libros, el material e incluso las mochilas, lo que significa un coste más alto que puede perjudicar a algunas familias».
Ante esta situación muchos padres han decidido optar por comprar poco a poco estos materiales, comenzando por lo imprescindible para intentar ahorrar y evitar así las consecuencias de esta subida «no hay nada que hacer, a nosotros nos han dado una pequeña ayuda que la verdad no llega ni al 40%, pero nos encargaremos de comprarlo poco a poco y pedir presupuesto para conseguir el material escolar» ha comentado Luis Manuel.
En algunos centros escolares como es el caso de Santiago Ramón y Cajal, la docencia se basa en el aprendizaje a través de actividades más dinámicas, lo que supone mayor tranquilidad para muchas familias, así lo ha manifestado José Manuel Gutiérrez «En nuestro centro educativo trabajamos por proyectos de aprendizaje, lo que nos lleva a trabajar sin libros. Eso supone un ahorro importante en la economía de las familias».
Aún es pronto para saber como avanzará el curso, sin embargo, una cosa está clara, y es que los alumnos han cogido con ganas esta nueva experiencia que les ayudará en su formación no sólo educativa, si no en valores como es el trabajo en equipo y respeto mutuo.