Alrededor de 400 personas han acudido a la cita anual para clamar justicia por la tragedia del 6F
«Tarajal no olvidamos»; «ningún ser humano es ilegal»; «menos vallados, más visados«; «justicia», eran algunas de las peticiones que gritaban en la X Marcha por la Dignidad celebrada este sábado. El evento congregó alrededor de 400 personas, que partieron desde la Universidad de Granada en Ceuta hasta la playa del Tarajal en honor al 6F.
Recordar la tragedia ocurrida aquella fecha siempre es emotivo, pero este año tenía un tinte todavía más conmovedor, puesto que decidieron homenajear a Moussa, un residente del CETI que fue hallado sin vida en las inmediaciones del centro hace unas semanas. Un amigo del joven le dedicó unas palabras: «Moussa era un buen compañero, era un chico bueno. Llevaba tres años en el camino, para nosotros es muy difícil entender que una persona que ha pasado lo más difícil para llegar a España se quita la vida. Moussa tenía más sufrimiento que vida (…) Cuando entró vivió sin comida, sin techo y noches frías, expulsado del CETI. Suplicó a los vigilantes muchas veces volver a entrar, es difícil creer que Moussa se haya suicidado. Nos sentimos tristes. Hemos visto a muchos compañeros morir en el desierto, el mar y en el camino, pero Moussa era además nuestro amigo. Tenemos miedo después de ver la muerte de un amigo joven, Moussa ha muerto buscando ayudar y salvar la vida de su familia», lamentó.
El joven solicitó en su discurso al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes que «nunca más expulsen a nadie, eso no es la solución. Exigimos al CETI proclamas de recuperación y apoyo porque hemos pasado situaciones muy traumáticas y violentas». Asimismo, piden al centro «responsabilidades por la muerte de Moussa».
En esta línea, como cada año pusieron una vela por las catorce personas que sufrieron la tragedia del 6F en el Tarajal: Yves, Samba, Daouda, Armand, Luc, Roger Chimie, Larios, Youssouf, Ousmane, Keita, Jeannot, Oumarou, Blaise y por otro compañero cuyo nombre se desconoce. Posteriormente, pasaron a la lectura del manifiesto en francés, árabe y español. Y, como todos los años, «Tarajal no olvidamos», una tragedia que se sigue y se seguirá clamando «justicia».
Manifiesto Tarajal 2023
Hoy, como cada febrero desde hace 9 años, nos reunimos en esta playa de El Tarajal para exigir justicia por la muerte de 14 de nuestros hermanos por culpa de las políticas migratorias racistas.
¡Tarajal no olvidamos!
Seguiremos exigiendo justicia para Yves, Samba, Daouda, Armand, Luc, Roger Chimie, Larios, Youssouf, Ousmane, Keita, Jeannot, Oumarou, Blaise y por otro compañero cuyo nombre desconocemos porque se le sigue negando el derecho a ser identificado.
Desde el 6 de febrero de 2014 y durante todo el procedimiento judicial, se han vulnerado y se siguen vulnerando derechos fundamentales reconocidos en la Constitución Española. Tras 9 años de impunidad marcados por varios archivos de la causa y el sobreseimiento libre del caso, se ha recurrido al Tribunal Constitucional y seguimos a la espera de su resolución.
Porque sigue sin hacerse justicia.
Hoy, también queremos recordar a las familias de las víctimas de las fronteras que provoca este sistema violento y racista; negándoles el derecho a la verdad, la justicia, la reparación y la no repetición. La atrocidad de las fronteras, las muertes y la imposibilidad de despedida es una forma de tortura insufrible que debe cambiarse a través de políticas equitativas, de la actuación de los gobiernos y de la solidaridad de todo ser humano.
Las muertes de “El Tarajal” no son un hecho aislado. Desde hace más de 15 años estamos viviendo un ascenso de la represión y de la violencia en las fronteras por parte de los Estados europeos y concretamente en la Frontera Sur española. Ya en 2005, 5 personas murieron tiroteadas en la valla de Ceuta y no hubo ningún tipo de justicia ni de fiscalización hacia las autoridades.
Además, el pasado diciembre, la fiscalía cerró la investigación por considerar que no hay indicios de delito en los hechos del pasado 24 de junio en el barrio Chino de Melilla en los que al menos 40 personas murieron como consecuencia de la actuación de las autoridades españolas y marroquíes y la connivencia de la Unión Europea.
A pesar de las reivindicaciones y de las miles de muertes provocadas por las políticas europeas de externalización y el cierre de fronteras, las instituciones siguen sin buscar a todas aquellas personas que yacen en el fondo del mar; a las que se le escribe una fecha y una palabra en una lápida de hormigón, a las que se quedaron en el camino.
¿Dónde está la justicia, que se supone imparcial y que defiende los Derechos Humanos, cuando se trata de proteger y garantizar los derechos de las personas migrantes?
Nunca dejaremos de denunciar la violencia ejercida en las fronteras, la falta de acceso a la movilidad internacional y la especial dificultad que tienen las personas del Sur Global de ejercer este derecho. Así como las estrategias de desinformación que deshumanizan y criminalizan a aquellas personas que ejercen el derecho a migrar y que buscan un futuro mejor o necesitan proteger sus vidas.
Ante los discursos que legitiman el racismo y facilitan la impunidad junto a las prácticas y políticas migratorias y que cada año se cobran la vida de miles de personas en las fronteras, manifestamos que:
● Consideramos totalmente necesario y urgente encontrar soluciones a la irregularidad administrativa ya que la clandestinidad expone a un contexto de explotación y precariedad.
● Mostramos nuestra preocupación ante la posibilidad por parte del Gobierno de España de cambiar los trámites en el procedimiento de solicitud de protección internacional, reteniendo a las personas solicitantes en centros cerrados hasta que se estudie su solicitud en un plazo de 10 días. Solicitar protección internacional es un derecho de toda persona.
● Queremos recordar que el respeto del derecho de asilo, de los derechos de la infancia y de todos los derechos humanos es posible con voluntad política.
Además de lo anterior, exigimos:
● Recursos suficientes, eficaces y de protección real de las personas que buscan refugio y ante la trata de seres humanos.
● Exigimos el Cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros y rechazamos la construcción de cárceles racistas como la que se está construyendo en Algeciras; porque una falta administrativa no es ningún delito y no justifica el encierro de ninguna persona.
● Exigimos la creación de vías legales y seguras que no pongan en riesgo la vida de las personas.
Continuaremos reclamando que las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos a pesar del racismo sistémico y estructural que nos ahoga y diferencia entre seres humanos según el color de piel.
¡Basta de violencia en las fronteras; migrar es un derecho!
Una pena que en 2023 se siga teniendo que recordar