El fin del confinamiento domiciliario para los menores de 14 años ha sido toda una experiencia para los niños y niñas que, a lo largo del día, y acompañados por un adulto, han vuelto a pisar la calle. Como si fuera la primera vez, ha habido de todos: nervios, felicidad, juegos e incluso algo de miedo en algunos casos, pero todos ellos han sido conscientes de la necesidad de cumplir las normas y se han comportado como personas totalmente responsables
Los niños y niñas ceutíes han podido salir a la calle tras más de 40 días de confinamiento domiciliario. Una medida muy comentada y que no ha sentado demasiado bien entre los que criticaban la decisión adoptada por el Gobierno de Pedro Sánchez al considerar que aún era necesario extender más el aislamiento en domicilio, para así hacer frente a la propagación del coronavirus. Sin embargo, ajenos a esta polémica, los menores de 14 años han podido disfrutar de una mañana en la que el sol ha acompañado los primeros momentos de los niños y niñas que, acompañados de un adulto, han pisado la calle, algunos con sus patines, patinetes, balones o bicicletas.
No podían acercarse a otros niños y niñas para compartir esta salida, tan esperada por muchos de ellos, pero eso no ha sido impedimento para que disfrutaran del ‘reencuentro’ con sus juegos a la luz del sol y, desde primeras horas de la mañana, se escuchaban las voces infantiles y el ruido de ruedas indicando que las calles se estaban llenando de pequeños deseosos de disfrutar de esta salida.
La Policía Local informaba a los padres y madres la prohibición de usar zonas acotadas, así como espacios deportivos o parques infantiles. Por su parte, los integrantes de la Asociación de Voluntarios de Protección Civil han repartido mascarillas entre los pequeños que no tenían.
Andrés (8 años): «Emocionado con todo lo que veía en la calle»
Andrés es uno de los niños que esta mañana ha salido con su padre a disfrutar de esta soleada jornada, después de más de un mes y medio encerrado en casa. «Se ha emocionado con todo lo que veía en la calle, palomas, gatos, coches», nos explica su padres, con el que ha ido a la playa de la Ribera, «Estaba deseando jugar con la arena, lo tenía clarísimo desde que dijeron que se iba a poder salir».
En su salida no se han cruzado con nadie «porque hemos salido pronto», pero sí han visto a otros niños con sus padres y los hemos saludados efusivamente desde lejos«.
Eso sí, Andrés «estaba muy concienciado con no tocar nada ni acercarse a nadie. Ha sido un campeón y no ha dudado en cumplir e incluso en llevar mascarilla hasta la playa».
Alejandra (casi 8 años): «Iba emocionadisima y muy contenta»
Alejandra cumplirá 8 años dentro de unos días y aunque este año va a ser muy diferente a otros cumpleaños, hoy sí ha podido disfrutar de una salida con su madre. «Hemos ido al campo, debajo de casa», explica su progenitora, consciente de que no podían alejarse de su domicilio a más de un kilómetro, pero con la suerte de que su hogar sí se encuentra cerca de la naturaleza. «Dimos un paseo y hemos llegado hasta el monolito«.
Después de más de 40 días en casa, Alejandra ha vivido la experiencia de volver a pasear por el monte. «Iba emocionadisima y muy contenta».
Clara (7 años): «Hacía tiempo que no salía y lo he aprovechado todo». Emma (5 años): «Hola, alcantarilla»
Clara, con cerca de 8 años, y Emma, casi 6, esperaban este momento con gran expectación y ya desde la noche antes la pequeña de las hermanas apenas podía dormir esperando el gran día que tanto llevaban esperando. Por eso, sus primeras palabras al despertarse fueron una divertida felicitación: «Feliz día de la salida«. Había llegado el día de salir a la calle y ambas prepararon sus patinetes para pasear, junto a su madre, por el centro de la ciudad, donde residen las pequeñas. «Me ha gustado mucho salir a la calle porque hacía tiempo que no salía y lo he aprovechado todo«, ha dicho Clara. Mientras, su hermana disfrutaba a lo grande de la experiencia, llegando a ‘saludar‘ a todo lo que se cruzaba en su camino. «Hola, alcantarilla», decía Emma, al pasar por uno de estos elementos. A los que también saludaron, aunque de lejos, fue a sus abuelos, que las miraban desde los balcones de sus respectivas viviendas. Y es que estas dos hermanas tienen bien aprendida la lección para prevenir el contagio. «Si nos cruzamos con alguien tenemos que separarnos y para hablar, hacerlo desde lejos».
David (5 años): «Le ha encantado llevarla (mascarilla) porque era como un superhéroe»
David, como tantos otros niños y niñas de la ciudad, salió acompañado por su padre, sin olvidar llevar mascarilla. «Le ha encantado llevarla porque era como un superhéroe con la cara tapada y no ha querido quitársela ni un ratito», ha comentado su madre. «Yo creo que se sentía protegido«. Como si fuera la primera vez, lo que más le ha gustado de su paseo «han sido las flores y ver el mar«. Una salida de la ha disfrutado a lo grande y que a la hora «ya le ha cansado y se quería volver a casa. Me imagino que después de tantos días sin salir es normal. Estaba agotado«.
Irene (12 años): «Cuanto vale ahora un paseo». Darío (5 años): «Mamá, se me había olvidado este fresquito en la cara»
Irene de 12 años y su hermano Darío de 5 han aprovechado su primera salida después de más de 40 días en casa para ir hasta la puerta del Parque Marítimo. «Al salir a la 13:30 horas había muy poca gente. Los niños estaban nerviosos y Darío lloró un poco porque tenía miedo, pero al salir se calmó y echó a correr un ratito«, ha comentado uno de sus progenitores. Conscientes de que hay que cumplir las medidas de precaución, al regresar a su domicilio «nos lavamos muy bien, nos ha venido de maravilla salir.
Espero que la gente sea responsable y nos dure este alivio». Para ellos también ha sido una experiencia enriquecedora, según apuntaban los dos hermanos. «Mamá, se me había olvidado este fresquito en la cara», comentaba a su madre el pequeño Darío, mientras que su hermana decía: «Cuánto vale ahora un paseo».
Aaaya (12 años) y Wail (casi 2): «No querían entrar en casa después del paseo»
Los hermanos Aaya, de 12 años, y Wail, que está a punto de cumplir 2, recibían con «nervios» su salida al exterior. Viven en una planta baja con una parcela detrás de casa y su paseo ha transcurrido en el campo. «Estuvimos escuchando voces de niños por los pisos y llamándole la atención y los cantos de los pajaritos«, ha comentado el padre de los pequeños.
Entre la ciudad y cerca del campo, esta familia ha sido una más de las que ha aprovechado el permiso para tomar el aire y el sol de la mañana. «Les atraían mucho los sonidos del viento, los pajaritos, las flores». Tanto es así que al transcurrir el tiempo permitido en la calle, los hermanos se resistían a volver al confinamiento. «No querían entrar en casa después del paseo».
Isabel (8 años), Jimena (6 años): «¡¡Felicidad!!»
Las dos hermanas, Isabel de 8 años y Jimena de 6, estaban contaban ansiosamente los días hasta la salida. Al contrario que mucha gente, han esperado a la tarde para salir a la calle. «Hemos ido por la zona del Sardinero y la verdad es que no nos hemos encontrado a mucha gente». Las pequeñas han pronunciado una palabra que expresaban lo que han sentido este día: «¡¡Felicidad!!».
Su madre también ha disfrutado de la experiencia. «A las tres nos ha sentado muy bien este pequeño paseo«.
Romaisa (7 años), Junaid (4 años) y Amina (2 años): «Salimos a que nos diera el solecito y lo hemos pasado genial»
Los hermanos han salido de casa por primera vez después de la cuarentena en casa. «Al principio estuvimos algo nerviosos y con un poco de miedo pensando que el coronavirus aún está rondando por las calles, pero una vez que hemos salido nos hemos ido soltando y relajando hasta hacer un bonito paseo». Los pequeños han recorrido la Marina hasta el centro y de nuevo han vuelto a casa. «No hemos podido jugar en los parques de juego porque está prohibido, pero lo importante es que salimos a que nos diera el solecito un poco y lo hemos pasado genial».