Desde la Secretaria de las Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo de la Unión y la FSC-CCOO, con motivo de la publicación del Real Decreto-ley 32/2021, del día 28 de diciembre, de medidas urgentes para la reforma laboral, la garantía de la estabilidad en el empleo y la transformación del mercado de trabajo, creemos necesario hacer una valoración inicial en relación a las mejoras que contiene dicho acuerdo y que benefician de manera particularmente positiva a las mujeres trabajadoras, puesto que son quienes, precisamente, venían sufriendo la mayor precariedad. Pretendemos mostrar el alcance de las importantes y muy positivas modificaciones legales que se han producido en el ordenamiento jurídico laboral, con la entrada en vigor de la norma anteriormente mencionada, en la que se ha cristalizado el Acuerdo alcanzado en la Mesa de Diálogo Social que pretende propiciar relaciones laborales estables, seguras y con derechos.
Por ello, destacamos cinco aspectos claves:
1.- Se pone coto a la temporalidad: La temporalidad es uno de los males endémicos de nuestro mercado de trabajo y afecta más a las mujeres. Según el último informe del Gabinete Económico Confederal de CCOO, la tasa de temporalidad para las mujeres en 2020 fue del 25,7%, mientras que en los hombres se situó en el 22,6%. A lo largo de la última década, la temporalidad siempre ha sido mayor para las mujeres.
En la reforma laboral pactada por el Diálogo Social el contrato laboral se presume como indefinido, se acotan las causas para poder realizar contratos temporales y se limita su duración en el tiempo, con lo que muchas mujeres trabajadoras verán dignificadas sus condiciones de trabajo.
2.- Se elimina el contrato por obra y servicio: En noviembre de 2021 hasta un 30% de las mujeres contratadas lo fueron por este tipo de contratos que ahora queda eliminado. En su lugar se impulsa la figura del contrato fijo-discontinuo con el que se logrará una mayor seguridad y estabilidad.
Este cambio debería suponer una importante transformación en sectores en los que se viene utilizando este contrato y que tienen una importante presencia femenina, como las actividades agrarias, forestales y de pesca, la restauración o la industria manufacturera.
3.- Se ataja la precariedad en el sector público: es un sector particularmente importante para las mujeres, puesto que un 21,9% de las ocupadas lo está en el sector público. Además, se da la circunstancia de que la brecha de temporalidad en este caso es aún mayor: en 2019, afectaba a un 32,4% de las empleadas públicas frente a un 21,6% de los empleados públicos.
4.- Se limita el encadenamiento de contratos temporales: reduce a 18 meses en un período de 24 meses el plazo de encadenamiento de contratos para adquirir la condición de trabajadora indefinida, frente a los 24 meses en un período de 30 meses vigente actualmente. También en este caso los datos apuntan a que las mujeres se verán también proporcionalmente más beneficiadas, puesto que eran ellas quienes estaban encadenando más contratos.
5.- Se regulan contratas y subcontratas: la reforma supone el establecimiento del convenio sectorial de aplicación para quienes trabajan en contratos y subcontratas. Trabajadoras de la limpieza, camareras de piso y otras trabajadoras de empresas multiservicios que durante estos años han visto mermados sus salarios y empeoradas sus condiciones de trabajo tendrán una equiparación de derechos con el resto de su sector.
Desde la Secretaria de las Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo de la Unión y la FSC-CCOO nos congratulamos de esta reforma ya que con la misma ganamos derechos todos y, muy especialmente, también todas. Ahora será el momento de reclamar y hacer efectiva esta recuperación de derechos centro a centro de trabajo y seguir peleando desde la acción sindical por otras mejoras necesarias para eliminar todas las brechas de género.