Todas las madres y padres que encontramos este lunes en la Feria manifestaron su apoyo a la medida de las cuatro horas sin ruido para que niños y niñas hipersensibles también pudieran disfrutar de las fiestas. Familias de niños con trastorno del espectro autista (TEA) reivindican que la medida se extienda a todos los días, un par de horas, para poder disfrutar durante toda la semana
Lo primero que hace Marco cuando llega al recinto ferial es taparse los oídos. Es un niño de cuatro años muy sensible a los sonidos estridentes de la Feria y como ya estuvo el sábado, pensaba que ayer sería igual. Pero no. Este lunes Marco pudo disfrutar sin tener que sufrir los ruidos que tanto le molestan.
Marco observaba con curiosidad todo lo que veía a su alrededor y pudo montarse en algunas atracciones o jugar a recoger patitos. “El sábado cuando vinimos le molestaron mucho los ruidos, es muy sensible y son muchos ruidos diferentes, hoy estoy loca de contenta. Esto debería ser todas las noches un ratito, para poder disfrutar de la feria”, cuenta África, la mamá de Marco.
África es una de esas ceutíes que lleva toda su vida bajando todos los días a la Feria, pero ahora no puede. “Cuando te toca te das cuenta, yo he pasado de venir todos los días a venir solo hoy y, si eso, algún día más. Pero no puedo venir cada día porque a mi hijo le molestan los ruidos”, relata.
Por eso, Rahma Mokhlis, presidenta de la Asociación Autismo Ceuta, señala que es una medida “muy importante, sobre todo para nuestros peques, pero también para las personas mayores. Es un trabajo de inclusión para que todos podamos disfrutar de nuestras Fiestas Patronales, una medida muy positiva”.
Aunque desde la asociación no han organizado este año una actividad conjunta, todas las familias que forman parte agradecen la iniciativa y han participado este día sin ruido a nivel individual.
No solo disfrutan los niños y niñas hipersensibles
Todas las familias que se encontraban con los pequeños en la Feria, se mostraban felices y contentas porque se haya llevado a cabo esta iniciativa. “Yo estoy encantada, porque tanto ruido me agobia bastante y a mi hijo también”, dice Idoia, mamá de un niño de 9 años. Además, todos valoran que es algo que beneficia a los niños y niñas hipersensibles.
“Me parece genial esta medida y la verdad que de vez en cuando se agradece venir con los niños sin tanto ruido, más relajado y se hace ameno”, confiesa Jonathan, padre de dos mellizos de tres años que estaba paseando por la calle del Infierno.
Los mismo piensa Cristina, madre de una niña de 4 años y un niño de 2 meses, que es un acierto “que se le dedique un rato para que puedan disfrutar todos los niños”. De hecho, no se había dado ni cuenta de que faltaba la música y su niña, vestida de flamenca, estaba disfrutando igualmente en los “cacharritos”.
Fue un lunes de Feria para todos y todas, inclusivo, que tuvo mucho éxito y acogida entre los ceutíes. A las doce de la noche, recuperó su “normalidad” y empezó a sonar la música. Pero por lo menos, muchos niños y niñas ya habían podido disfrutar.