“El discurso de los odiadores es sumamente ofensivo, pero su base es netamente defensiva: crean o comparten discursos de odio para obstaculizar cambios que puedan poner en riesgo las posiciones que ocupan”
Fad presenta su investigación ‘Discursos de odio sexistas en redes sociales y entornos digitales’ cofinanciado por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. El estudio revela que, ante el discurso de odio sexista, las mujeres jóvenes muestran un rechazo más patente y una posición más activa de denuncia. Entre los hombres se tiende a quitar hierro a este tipo de manifestaciones de odio recurriendo a la normalización y apoyándose en el humor
Los y las jóvenes españoles de 17 a 29 años dicen saber reconocer sin problemas los discursos de odio, tanto dentro como fuera de las redes sociales. Aunque coinciden en que estos discursos son más frecuentes y más virulentos en el mundo online.
El 79% de las publicaciones en torno a palabras como ‘feminismo’, ‘machismo’, ‘feminista’, ‘patriarcado’ o ‘feminazi’ fueron hechas por hombres frente al 21% que fueron publicadas por mujeres. Casi todas las publicaciones se realizaron a través de la red social Twitter. También, el 83% de los mensajes fueron mostrados a hombres y el 73% de las reacciones fueron de hombres.
En cuanto a discursos de odio sexista, las mujeres jóvenes son quienes muestran un rechazo más patente y una posición más activa de denuncia, mientras que los hombres jóvenes tienden a restar importancia al problema recurriendo a estrategias diversas: algunos se decantan por la normalización, apoyándose en el humor; otros optan por descolectivizar a las víctimas, tildándolo de casos aislados y también recurren a la vía de la deslegitimación.
Estas son algunas de las conclusiones de la investigación ‘Odio sexista en redes sociales y entornos digitales’ que ha sido realizada por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de Fad, que se puede leer al completo en su página web. El estudio se ha realizado con jóvenes de entre 15 y 29 años y el objetivo ha sido conocer la percepción y valoración de los y las jóvenes en torno a la presencia y efectos de los discursos de odio sexistas en redes sociales y su grado de exposición a este tipo de discursos discriminantes y de odio.
Odio y sexismo en las Redes Sociales
Los discursos de odio en redes sociales se construyen alrededor de estereotipos o ideas preformadas y cuentan con un alto contenido de violencia verbal. Y, aunque existen tanto fuera como dentro de las redes sociales, los y las jóvenes participantes de 17 a 29 años coinciden en señalar que son mucho más frecuentes y más virulentos en las redes.
Son varias las razones de esta virulencia “online”. En primer lugar, el anonimato y la distancia con el objeto de odio. En segundo lugar, una regulación, a veces difusa en las redes acerca de este tipo de discursos. Y, en tercer lugar, una sensación de impunidad percibida por el usuario.
Los participantes explican que Twitter se ha ido convirtiendo poco a poco en la red social en la que los discursos de odio son más frecuentes y adquieren una dimensión más desproporcionada hasta el punto de ser normalizados. En el polo opuesto se situarían WhatsApp, Pinterest, Snapchat, LinkedIn y TikTok, redes sociales en las que los discursos de odio no son detectados o son menos frecuentes.
Los odiadores son apóstoles del orden y de la estructura establecida y consolidada.
Por otro lado, el discurso de odio sexista no se activa por una única temática, sino por motivos diversos, aunque dentro de los principales se situaría el género “para “recordar” los roles y comportamientos que socialmente se atribuyen y esperan de las mujeres y de los hombres”, el cuerpo y el aspecto “en contra de los cuerpos y los aspectos que se salen de lo normativo” y, por último, uno de los principales activadores del discurso de odio sexista son todos aquellos movimientos o activismo que bajo la interpretación de quienes están detrás del discurso de odio sexista, pretenden transformar el sistema patriarcal y la estructura de roles que lo conforma, se llame feminismo, movimiento LGTBI, etc.
En este sentido se produce una interesante paradoja: el discurso de “los odiadores” es sumamente ofensivo, pero su base es netamente defensiva: crean o comparten discursos de odio para obstaculizar cambios que puedan poner en riesgo las posiciones que ocupan. Es, por lo tanto, un odio defensivo: no quieren que sus privilegios o su poder se vea amenazado por quienes consideran como “aspirantes” y que son el foco de su odio: las personas odiadas.
Otra de las conclusiones de la investigación es que es mucho más sencillo identificar a las víctimas de los discursos de odio que a “los odiadores”, es decir, a las personas que los ponen en circulación en las redes sociales. Y esto se debe a que el odio se ejerce en la mayor parte de los casos desde el anonimato o desde perfiles falsos.
Además, algunos hombres participantes en el estudio reconocieron que usan las redes para desfogarse, que disfrutan creando polémica o participando en debates acalorados en las redes sociales.
El perfil del sexismo en la red
Durante 26 semanas se ha realizado un escucha social sobre discursos de odio sexistas en redes sociales como Twitter, Instagram, Facebook y YouTube para arrojar luz sobre el grado de exposición de los y las jóvenes a mensajes y conversaciones en los que el sexismo, los discursos de odio y otras expresiones denigrantes conviven en el entorno digital.
La mayor cantidad de publicaciones e impresiones en torno a las keywords vinculadas al sexismo como ‘feminismo’, ‘machismo’, ‘feminista’, ‘patriarcado’ o ‘feminazi’ se da en Twitter, una red social en la que se generan conversaciones polémicas y vinculadas a controversias ideológicas.
Las reacciones, mayoritariamente masculinas, son fundamentalmente pasivas en forma de “Me gusta” o “retuits”, un 63% estos últimos. Esto indica que la mayor parte de la conversación social en torno a las keywords seleccionadas no se genera como conversación original, sino a través de cadenas de viralización, que aumentan, en un clásico efecto de red, a medida que más volumen adquieren.
En cuanto a la edad, se ha determinado que estas conversaciones se dan sobre todo entre usuarios de 18 a 24 años, teniendo en cuenta que determinar la edad de los usuarios de redes sociales es complejo.