El anticipo millonario de 12 millones de euros y el misterio sobre su contenido generan temor en su partido por posibles críticas a Friedrich Merz, mientras que sus rivales temen que despierte un fuerte ‘efecto nostalgia’.
Las memorias de Angela Merkel, lejos de seguir el destino habitual de otros libros de exlíderes políticos europeos que acaban acumulando polvo en bibliotecas de fundaciones, se han convertido en un fenómeno incluso antes de su publicación. La expectación generada ha desbordado todas las previsiones: la presentación de su libro, programada para el martes en el Deutsches Theater de Berlín, agotó las entradas en apenas siete minutos tras salir a la venta el pasado 10 de septiembre. Este evento, con capacidad para 900 asistentes, tuvo tal demanda que se optó por comercializar el acceso, algo inusual para este tipo de lanzamientos.
En el entorno político, el contenido del libro despierta tensiones. En la sede de la CDU, en la Casa Konrad Adenauer, el temor radica en que Merkel pueda aprovechar sus memorias para ajustar cuentas con Friedrich Merz, su principal adversario interno durante su etapa como canciller. Un movimiento de este tipo, aseguran fuentes del partido, sería «desastroso» en plena preparación de la campaña electoral. Mientras tanto, en la sede del SPD, la Casa Willy Brandt, la preocupación gira en torno al posible «efecto nostalgia» que podría avivar el libro, recordando a los votantes los años de estabilidad bajo el liderazgo de Merkel.
A pesar de las críticas a decisiones como su apertura a los refugiados en 2015 o su política de acercamiento a Rusia, Merkel sigue siendo una figura de referencia para muchos alemanes. Representa un tiempo de estabilidad y mayorías amplias, algo que contrasta con el caos percibido en el actual gobierno de coalición conocido como el ‘semáforo’. «La sociedad alemana no está tan polarizada como parece. Existe un amplio centro social que encuentra en Merkel un símbolo de consenso», explica el sociólogo Steffen Mau, autor del éxito editorial Puntos desencadenantes.
Incluso sus críticos más fervientes, como el politólogo Wolfgang Schroeder, reconocen que la estabilidad que ofreció Merkel ha ganado valor en retrospectiva. «La hecatombe del gobierno actual permite apreciar uno de sus grandes legados: la estabilidad», señala Schroeder.
El contenido del libro, todavía envuelto en misterio, y su anticipado impacto político reflejan que Angela Merkel sigue siendo una figura central en el panorama alemán, más allá de su retirada oficial de la vida pública.