Por Paula Berzal
Los ministerios de Igualdad, Trabajo y Economía Social organizaron un encuentro para dialogar sobre la situación de las mujeres en el entorno laboral. Este conversatorio tuvo lugar el 22 de febrero para conmemorar el Día de la Igualdad Salarial, una fecha instaurada en el año 2010 para reivindicar las desigualdades retributivas entre mujeres y hombres.
La brecha salarial entre hombres y mujeres se sitúa en un 27 por ciento en el caso del Estado español. La ministra de Igualdad, Irene Montero subrayó que las mujeres se ocupan de las tareas más esenciales y peor remuneradas: “los cuidados se sostienen sobre los hombros femeninos. Estos trabajos deberían ser visibles”. Además, afirmó que para romper con la brecha salarial es imprescindible crear políticas de transformación con perspectiva de género.
La subdirectora general del Instituto de las Mujeres, Begoña Suarez, subrayó que existe una diferencia de 400 euros en la pensión contributiva (las mujeres a penas llegan a los 800 euros mientras que los hombres alcanzan los 1200).
Romper las barreras de género para conseguir la igualdad salarial
Las mujeres se enfrentan a la segregación horizontal y también a la vertical, dentro del mercado laboral. El llamado techo de cristal impide crecer profesionalmente a las mujeres. Según Yolanda Díaz, ministra de Trabajo y Economía Social, las empresas sostienen estereotipos de género que mantienen atrapadas a las mujeres en los trabajos precarios y devaluados: “ es necesario que las empresas sean lugares sanos, libres de roles y sin sesgos de género”.
El cuidado es el motor de la sociedad y debe de estar valorado
El coronavirus se ha sumado a la lista de razones que explican la brecha salarial. Durante el confinamiento han aumentado los cuidados y las mujeres han reducido sus jornadas de trabajo para hacerse cargo de ello. “Hay que luchar para conseguir la conciliación laboral”, apuntaron las ponentes durante el debate.
Menchu García Cruz, técnica del departamento confederal de la mujer de UGT, sostuvo que los trabajos precarios recaen sobre las mujeres y por ello, el salario es mucho más bajo que el de los hombres.
Por otra parte, Carmen Flores Rodríguez, presidenta de FAMS, añadió que hay que reorganizar los cuidados para eliminar los roles que perpetúan a las mujeres en el papel de cuidadoras. Además, ha aprovechado su intervención para manifestar la necesidad de establecer medidas orientadas a proteger a las familias monoparentales.