Lo indica un informe del Consejo Económico y Social (CES) y advierte de la necesidad de evitar los sesgos de género en la aplicación de las medidas de conciliación de la vida personal, laboral y familiar
Así lo refleja en el informe «Mujeres, trabajos y cuidados: propuestas y perspectivas de futuro», donde el CES dibuja un diagnóstico de la situación real de las mujeres en España a nivel social, económico y laboral.
«Si algo hemos identificado es que la crisis de la covid ha provocado una vuelta al hogar protagonizado por las mujeres y una parcialidad claramente involuntaria», ha destacado la presidenta de la Comisión de Trabajo sobre la Realidad Social de las Mujeres del CES, y responsable del estudio, Elena Blasco.
Esto se ha traducido en una reducción de las rentas de las mujeres, que ha sido un 4 % superior a la sufrida por lo hombres.
Las mujeres desempeñan empleos más precarios, con jornadas parciales y contratos temporales y son mayoría en el sector cuidados, en hostelería y turismo, sectores especialmente golpeados durante los meses más duros de la pandemia.
Además, el cierre de las escuelas y el teletrabajo ha afectado de una forma más negativa a las mujeres que a lo hombres, tal y como ha señalado Blasco, que ha recordado que el 90 % de las reducciones de jornadas y excedencias las solicitan ellas.
Y, en este sentido, ha advertido de que el reparto desigual de los tiempos no sólo tiene que ver con el hecho de ser madre, sino también con las tareas de cuidados a mayores y dependientes y, en este ámbito, «el desequilibrio entre hombres y mujeres perpetúa el rol de cuidadoras» y afecta al desarrollo profesional.
En su informe, el CES lamenta que las políticas sociales no hayan podido impedir que el impacto global de la crisis fuera mayor en las mujeres y subraya la necesidad de seguir avanzando desde una perspectiva de género más a largo plazo y aprovechando las ayudas del PLan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR).
En este sentido, recomienda orientar el Plan de Recuperación para cerrar la brecha de género y, en concreto, ve fundamental reforzar la participación y el liderazgo de las mujeres en todas las dimensiones de la transición ecológica, favoreciendo su acceso a los estudios, el empleo, el emprendimiento y los puestos de decisión en sectores asociados a la mitigación y adaptación al cambio climático.
Y recalca la importancia de proseguir fomentando la implantación, desarrollo y aplicación efectiva de medidas dirigidas a reducir la brecha salarial y la de las pensiones para lograr la igualdad efectiva entre mujeres y hombres.
En opinión del CES, administraciones públicas, empresas y la sociedad en su conjunto deben implicarse para crear entornos más favorables a una distribución más justa de los tiempos, los trabajos y los cuidados y defiende una nueva economía para repartirlos de manera más equitativa.
En este sentido, el presidente del CES, Antón Costas, ha destacado la importancia que tendría para el desarrollo profesional de las mujeres la universalización de la educación gratuita entre los 0 y 3 años y ha urgido a hacer más accesibles los requisitos administrativos para acceder a las ayudas sociales.
El informe aborda la problemática de la violencia de género y señala con preocupación por el aumento de la proporción de jóvenes que niegan la existencia de la violencia de género (que ha pasado del 12 % en 2019 al 20 % en 2020), así como el auge del ciberacoso, un problema que afecta en la UE a una de cada diez mujeres.
Y en este escenario, lamenta que la realidad de las mujeres siga siendo bastante opaca o invisible en diversos ámbitos, pues a lo largo de la realización del informe se han constatado carencias que no permiten conocer bien la situación de las mujeres y las desigualdades persistentes.
En cualquier caso, el CES considera que la persistencia de la violencia contra las mujeres durante la pandemia acrecienta la necesidad de incrementar los recursos públicos para erradicarla así como un ejercicio continuo de evaluación de la eficacia de los dispositivos de protección existentes.
Otro de los aspectos que ha estudiado el CES en su informe pone de manifiesto la mayor vulnerabilidad de las mujeres frente al contagio, por estar más expuestas al patógeno, lo que se ha traducido en una mayor incidencia femenina de la enfermedad por Covid 19.