El Defensor del Pueblo ha pedido que se eliminen en todos los centros de menores.
El Comité de Prevención de la Tortura ya alertó en 2017 que esta práctica supone un «uso desproporcionado de la fuerza»
En la mayoría de centros de menores, incluido el de Ceuta, se siguen aplicando
No es la primera vez que las sujeciones mecánicas provocan la muerte de un menor en un centro, pero esta está grabada en su totalidad, y aunque la jueza que instruyó el caso determinó que se trataba de una muerte violenta «accidental», las imágenes reveladas por el diario El País, el habitual juicio paralelo de la sociedad no coincide con el veredicto.
Tanto es así, que el Defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán, se ha visto obligado a pronunciarse tras hacerse pública la grabación íntegra de los 13 minutos que le costaron la vida a Illias Tahiri, al que en ningún momento se le ve forcejear o tratar de zafarse de los guardias y que queda inmovilizado y sujetado a los pocos minutos de grabación, pero los guardias no se levantan de su espalda. De hecho, cuando deciden hacerlo, se dan cuenta de Illias no respira.
Fernández Marugán ha solicitado al Ministerio de Justicia, a la Ciudad Autónoma de Melilla y a la Junta de Andalucía que se prohíba el uso de sujeciones mecánicas en los centros de menores. «La práctica de la sujeción mecánica exige el uso de la fuerza, por lo que constituye siempre una situación de riesgo, estando en juego derechos tan fundamentales como el derecho a la vida y el derecho a la integridad física«, ha señalado en un comunicado.
De hecho, los destinatarios del comunicado remitido por el Defensor del Pueblo no son aleatorios. El Ministerio de Justicia es la autoridad competente, mientras que la Junta de Andalucía y la Ciudad Autónoma de Melilla son las instituciones responsables de los dos centros de menores en las que han muerto dos jóvenes por el mismo procedimiento desde 2017, tal y como señala el comunicado emitido por la Defensoría del Pueblo.
Así, Fernández Marugán insiste en que «no puede volver a morir nadie en España en estas circunstancias» y añade que «lo rechaza la conciencia, lo rechaza la justicia, lo rechaza el derecho de estos adolescentes a ser protegidos por el Estado para que puedan alcanzar una vida plena en la que superen, ya adultos, las dificultades que les llevaron a terminar en una privación de libertad antes de la mayoría de edad”.
Por otro lado, el Defensor recuerda que el Comité de Prevención de la Tortura emitió un informe en 2017 que recoge que «inmovilizar a menores en una cama o esposarlos a objetos fijos en una celda de aislamiento es un uso desproporcionado de la fuerza y una medida incompatible con la filosofía de un centro educativo que debería enfocarse en la educación y la reintegración social de los menores […]. En su lugar, deberían emplearse métodos alternativos en la gestión de incidentes violentos y otros medios de contención, tales como las técnicas verbales que impiden que aumente el conflicto y el control manual”.
Sujeciones mecánicas en el centro de menores de Punta Blanca
Según pudo saber El Foro de Ceuta -y así lo hemos vuelto a confirmar- tras la muerte de Illias Tahiri, en el centro de menores de Punta Blanca la medida se aplica siguiendo “a rajatabla” un protocolo muy estricto que define claramente cuándo procede su aplicación: únicamente en casos de autolesión y habiendo agotado todas las vías previas (intervención del educador o de la educadora para tratar de calmar al menor, intervención de la seguridad del centro para reducir al menor sin llegar a sujetarlo, etc.).
Los trabajadores y trabajadoras consultados/as por este medio aseguraban entonces que se trata de una medida con la que se tiene especial cuidado, ya que conocen los riesgos que puede entrañar su aplicación.