Varias trabajadoras transfronterizas han querido compartir hoy sus experiencias con un punto en común: todas han perdido sus trabajos durante estos dos años de cierre fronterizo y se encuentran sin contrato legal. Piden un documento justificante de su situación para poder cruzar la frontera y volver a Ceuta, porque de otra manera no podrán reencontrarse con sus hijos
Apenada hablaba esta mañana una de las trabajadoras transfronterizas que todos los lunes se concentra en la Plaza de los Reyes para exigir derechos. La anunciada próximamente apertura de la frontera, lejos de darle esperanzas de poder reencontrarse con sus hijos, supone un dilema porque no podrá cruzar si no se regulariza su situación. Como ella, otras mujeres cuentan cómo han perdidos sus trabajos durante más de dos años de cierre fronterizo, ya sea por el fallecimiento de su empleadora o por otras circunstancias, y aunque hayan encontrados otros empleos no han podido ser dadas de alta, por lo que actualmente no tienen la condición legal que les permitiría ir y volver a Marruecos.
«Ya no confío en poder ver a mis hijos, porque si salgo y no puedo volver estoy perdida. Yo y mis hijos estamos perdidos. Por favor, que me hagan algún papel para poder salir y entrar. Nosotras trabajamos por nuestra familia y ellos también tienen una familia, si alguien tiene en su mano algo para ayudarnos, ojalá y pueda hacerlo», declaraba esta trabajadora.
Por su parte, Rachida Jraifi, portavoz del colectivo, pedía una respuesta para las personas que se encuentran en esta situación y anunciaba que las movilizaciones no cesarán aunque se reabra la frontera. Exigen que su situación sea regulada y derechos laborales para que, si se vuelve a dar en un futuro otro cierre fronterizo, puedan acceder a paro o ayudas por desempleo, como cualquier trabajador que cotiza para la Seguridad Social en España.
La concentración de hoy finalizaba al grito de «no confiamos en la apertura de la frontera», señalando que no piensan salir de Ceuta aunque abran por el riesgo de perder sus trabajos. «Queremos derechos» o «somos humanos no somos esclavos», son algunas de las consignas que se han vuelto a gritar hoy y que seguirán gritando hasta conseguirlos.