Por Plutarco
PUBLICIDAD
De un tiempo a esta parte se percibe bastante nerviosismo en el gobierno local.
Al parecer hay una consejer@ que ha puesto en la picota a algunos de sus compañeros y a la que no le importa seguir enmarronando a todo el órgano gubernamental.
Desde hace años sólo juega para sus intereses, poniendo como rehén al propio consejo.
Pero el karma siempre devuelve a uno lo sembrado y muy pronto se pueden producir acontecimientos muy graves y perjudiciales para susodich@.