El UD Logroñés protagonizó una noche histórica al superar al Girona, equipo de Primera División, en la segunda ronda de la Copa del Rey. El partido, disputado en Las Gaunas, se decidió en una emocionante tanda de penaltis tras un empate 0-0 en el tiempo reglamentario y la prórroga.
El Estadio de Las Gaunas fue testigo de uno de los momentos más emocionantes de esta edición de la Copa del Rey. El UD Logroñés, que milita en Segunda Federación, plantó cara durante los 90 minutos al Girona, un rival que llegaba como favorito al encuentro. A pesar de los intentos de Cristhian Stuani y Abel Ruiz, el equipo catalán no logró perforar la portería rival, mientras que los locales mostraron una defensa férrea y un gran despliegue táctico.
En la tanda de penaltis, el Logroñés fue más efectivo y se impuso por 4-3, gracias a la actuación heroica de Pol Arnau, un joven defensor que tuvo que asumir el rol de portero tras la lesión de Kike Royo. Arnau, hijo del legendario portero Francesc Arnau, realizó una parada decisiva en los penaltis, llevando a su equipo a una clasificación histórica.
Eliminado el Girona, el Logroñés continúa su aventura en la Copa del Rey, representando la esencia del torneo: permitir que equipos modestos desafíen a gigantes del fútbol español. Esta victoria no solo marca un momento inolvidable para el club riojano, sino que también reafirma la magia que caracteriza esta competición