Una representación de unas treinta personas, compuesta por residentes argelinos y magrebíes del Centro de Estancia Temporal se han congregado en la Plaza de los Reyes la mañana de hoy lunes, para protestar por el trato que según ellos están recibiendo por parte del colectivo subsahariano.
Los manifestantes han sido vigilados de cerca por los Fuerzas y Cuerpos de seguridad del Estado que rodeaban el edificio de Delegación del Gobierno.
Los argelinos se sienten «perseguidos», y acusan a los “morenos”, como ellos les denominan, de agredirles físicamente, ya sea en el “bosque colindante», en el CETI o en las propias habitaciones del recinto. Consideran que los vigilantes de seguridad que trabajan en el CETI hacen caso omiso a su deber y que no dan abasto para detener la avalancha y continuos hostigamientos al que, según ellos, les someten los subsaharianos casi a diario.
Se ven superados, no sólo en número, unos doscientos subsaharianos frente a unos treinta magrebíes, sino también en derechos. La estancia media de un subsahariano previa a su partida a otro centro peninsular ronda los tres meses, mientras que las de ellos superan en algunos casos el año, comentó uno de sus portavoces.
Aseguran vivir bajo el imperio del miedo y que sus derechos más básicos e inalienables son ignorados por completo por el estado Español. Ya que en su caso aunque tengan reconocido el derecho de asilo se sienten desprotegidos y ni siquiera mujeres y niños se encuentran a salvo.
Las mujeres se suman a las protestas y señalan sentirse atemorizadas. «Ni siquiera podemos ir al baño y los niños se encuentran traumatizados».
Nos dicen que los subsaharianos rompieron la documentación de varios residentes, en su cuarta incursión en las dependencias argelinas. Y para demostrarlo nos enseñan evidencias gráficas que esperan poder mostrar a los responsables políticos españoles cuando se concierte una cita.
Achacan estas represalias al reciente hallazgo del cadáver del inmigrante subsahariano hallado en la playa de San Amaro y de la cual se desvinculan tanto los colectivos argelino como marroquí.