La agencia sanitaria de la ONU destaca que la mayoría de los casos se producen en América y Europa y entre hombres que mantienen relaciones sexuales con hombres. Los suministros de la vacuna contra la enfermedad y los datos de su eficacia son limitados. Preocupa la posibilidad que se repita la desigualdad de acceso a las vacunas que se produjo durante la pandemia del COVID-19
La Organización Mundial de la Salud confirmó este miércoles que ya se han reportado más de 35.000 casos de viruela del mono en 92 países y territorios, y que la enfermedad se ha cobrado 12 muertes.
En rueda de prensa en Ginebra, el director general de la agencia de la ONU, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesu destacó que solo durante la semana pasada se notificaron cerca de 7500 casos de la enfermedad, una cifra que supone un aumento del 20% con respecto a la semana anterior, y un crecimiento idéntico al registrado hace dos semanas.
“Casi todos los casos se están notificando en Europa y las Américas, y casi todos los casos se siguen notificando entre hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, lo que subraya la importancia de que todos los países diseñen y ofrezcan servicios e información adaptados a estas comunidades que protejan la salud, los derechos humanos y la dignidad”, alertó.
El máximo responsable de la Organización destacó que el objetivo principal de todos los países se centra en garantizar su preparación ante el padecimiento y frenar la transmisión usando herramientas de salud pública, tales como la mejora de la vigilancia de la enfermedad, el rastreo cuidadoso de los contactos, la comunicación de riesgos adecuada y la participación de la comunidad, así como las medidas para reducir los riesgos.
La importancia relativa de las vacunas contra la viruela del mono
Tedros destacó que en muchos países las vacunas “pueden llegar a jugar un papel importante en el control del brote”, y que se ha detectado una elevada demanda de inmunizaciones por parte de las comunidades afectadas.
“Sin embargo, por el momento, los suministros de vacunas y los datos sobre su eficacia son limitados, aunque estamos empezando a recibir datos de algunos países”, declaró y explicó que la agencia está “en contacto estrecho” con los fabricantes y las organizaciones que están dispuestas a compartir sus dosis.
Al mismo tiempo, Tedros destacó su preocupación de que se repita la misma situación de desigualdad de acceso a las vacunas que se produjo durante la pandemia del COVID-19, “y que los más pobres sigan quedándose atrás”.
Los animales y las mascotas no constituyen un riesgo para los humanos
Sobre la aparición del primer posible caso de contagio de viruela del mono de un humano a un perro en Francia, el director de Emergencias de la Organización explicó que la transmisión del virus al animal en un entorno doméstico cerrado no es inusual.
“Lo que no queremos que ocurra es que la enfermedad se mueva de una especie a otra”, especificó Michael Ryan.
“Tenemos que permanecer vigilantes; tenemos que ser precavidos. Pero al mismo tiempo, los animales y las mascotas no representan un riesgo para las personas en este momento”, aclaró.
El COVID-19 sigue causando decenas de miles de muertes semanales
En relación con la evolución del COVID-19, Tedros explicó que las muertes notificadas en todo el mundo durante las últimas cuatro semanas han aumentado un 35% y que en los postreros siete días fallecieron 15.000 personas, un registro que calificó de “completamente inaceptable” cuando se cuenta con herramientas para prevenir las infecciones.
“Todos estamos cansados de este virus y de la pandemia. Pero el virus no está cansado de nosotros”, recordó.
Explicó que la variante dominante de la enfermedad sigue siendo Ómicron, y que la subvariante BA.5 representa más del 90% de las secuencias compartidas en el último mes.
No obstante, alertó que desde inicios de año el número de secuencias compartidas por semana ha caído en un 90%, y que el número de países que las comparten se ha reducido en un 75%, lo que hace más difícil entender cómo puede estar cambiando el virus.
“Ahora que se acerca el clima más frío en el hemisferio norte y la gente pasa más tiempo en casa, los riesgos de una transmisión más intensa y de hospitalización no harán más que aumentar en los próximos meses, no sólo para el COVID-19, sino para otras enfermedades, incluida la gripe”, recordó.