La atención, el acompañamiento y la reparación integral a las víctimas de violencia sexual, incluyendo la MGF, es un “reto pendiente” en la agenda institucional y política de nuestro país
Por Gloria López
En las Jornadas Internacionales «Un modelo de intervención con enfoque comunitario e interseccional: 15 años de experiencias y aprendizajes«, organizadas durante los días 5 y 6 de abril por UNAF, ha habido tiempo para reflexionar sobre los retos, las reivindicaciones y las propuestas que deben plantearse desde la agenda pública para luchar contra la Mutilación Genital Femenina (MGF), un tipo de violencia de género y violencia sexual que ha de abordarse desde el punto de vista de los derechos humanos.
La atención, el acompañamiento y la reparación integral a las víctimas de violencia sexual, incluyendo la MGF, es un “reto pendiente” en la agenda institucional y política, ha defendido Barbara Tardón Recio, experta asesora del Ministerio de Igualdad, antes de explicar lo que se pretende lograr con la transferencia de 66 millones de euros, provenientes de los fondos europeos, a las Comunidades Autónomas, para que, de 2020 a 2023, puedan realizar un diagnóstico y poner en marcha los denominados Centros de Crisis para la atención a las sobrevivientes de violencias sexuales.
Estos espacios, conformados por un equipo de expertas con un nivel altísimo de especialización, según ha defendido Tardón, “son los espacios idóneos” para acompañar a las víctimas de violencia sexual y para “producir cambios sociales y estructurales.”
Los Centros de Crisis ofrecen atención 24 horas al día durante los 365 días al año. Ofrecen un teléfono gratuito y confidencial, no solo para información básica sino también para intervención y acompañamiento y un equipo de expertas que presta intervención, tanto en situación de crisis como de emergencia, a medio y largo plazo. El equipo profesional realiza un acompañamiento, desde el enfoque de derechos humanos, a todas las mujeres, para que puedan dirigirse a todas las instituciones y espacios para que sus derechos puedan ser reparados (en el ámbito de la salud, la educación, laboral…). Este equipo también facilita la derivación y coordinación con otros servicios especializados y organizaciones feministas. Asimismo, ofrecen un servicio de transporte para las mujeres que lo necesitan, imprescindible en el ámbito rural.
Durante la Jornada, Hayat Traspas Ismail e Idoia Ugarte Gurrutxaga han expuesto, desde la experiencia de la Red Estatal Libres de MGF, formada por 26 entidades además de profesionales y activistas contra la MGF, cuáles serían las prioridades desde el punto de vista de la incidencia política.
En primer lugar, la prioridad es la atención integral de mujeres y niñas supervivientes de MGF; entre otras cuestiones, defienden el derecho al uso de todo el sistema nacional de salud y recursos públicos de las Comunidades Autónomas. Reclaman también un Protocolo estatal interinstitucional e integral: “nos parece muy importante en la creación de recursos y protocolos la incorporación de supervivientes”, ha dicho Idoia Ugarte, para lo cual es necesario crear “espacios de intercambio seguros”.
La Red defiende la formación especializada e interdisciplinar para profesionales de distintos ámbitos. En ese sentido, la especialista ha denunciado la carencia de estos recursos con enfoque cultural y ha defendido la mediación intercultural, como una figura profesional fundamental, que aporta claves interculturales de gran valor tanto para las mujeres y sus comunidades como para profesionales.
Durante la mesa, que ha contado con la participación de Anna Widegren, representante de End FGM European Network, se ha puesto de manifiesto la dificultad para contar con datos concretos y certeros de la MGF –prevalencia, recursos- que permitan establecer las estrategias adecuadas para erradicarla.
Conclusiones
Durante la Jornada, personas expertas y activistas han coincidido en reivindicar la profesionalización de la mediación intercultural como figura clave para garantizar los derechos sexuales y reproductivos y para abordar la mutilación genital femenina.
Dentro del modelo de intervención presentado, es fundamental el protagonismo y liderazgo de las mujeres y las comunidades afectadas. Así lo recordaron Toks Okeniyi de la asociación Forward (Reino Unido) y Aminata Soucko, que como superviviente de la mutilación genital femenina creó su propia asociación para que ninguna otra mujer sufriera lo mismo que ella y que las acompaña en el proceso de reconstrucción del clítoris en colaboración con la Unidad de Referencia del Doctor Peset en Valencia. Por su parte, Hawa Touré, al frente de la Asociación de Mujeres Mauritanas Dimbé, señaló la importancia de escuchar a las comunidades y de generar espacios seguros y de confianza.
Otras experiencias que comparten este enfoque son el proyecto comunitario de atención integral ante la MGF de UNAF, en colaboración con el Ayuntamiento de Alcalá de Henares, o el de Akidwa, una asociación irlandesa que realiza asesoramiento individual y actuaciones comunitarias con metodologías participativas y holísticas.
El trabajo en red es otras de las líneas de actuación del modelo de intervención contra la mutilación genital femenina. En este sentido, cabe destacar la labor de la Red Estatal Libres de MGF, formada por 26 entidades y activistas dedicadas a la incidencia política y social.
El acompañamiento para la atención integral a las mujeres y niñas supervivientes es también una línea de actuación fundamental dentro de este modelo. La creación de centros de crisis contra la violencia sexual, con atención 24 horas, son el primer recurso público impulsado desde ese enfoque.
Este modelo de intervención permite poner el foco en los numerosos retos que hay por delante, como un sistema de asilo sensible a las violencias de género, datos de incidencia y estudios específicos, una mayor homogeneidad entre países a nivel de compromisos políticos y de atención, financiación de servicios y recursos, o la creación de plataformas multiagente, tal como señaló Anna Widegren, de End FMG European Network.