Desde el servicio de cirugía han criticado la imposición de un nuevo jefe -al que admiran, pero que no han elegido-, el trato de la dirección médica a los especialistas y el «desmantelamiento» que está llevando a cabo INGESA de su servicio. Además, vaticinan una nueva «fuga de especialistas» y critican, a través de un nuevo comunicado la gestión de una «directora de Enfermería autoritaria»
Los cirujanos generales del Hospital Universitario de Ceuta han emitido un comunicado en el que anuncian que, tras «el sainete que ha tenido paralizado al servicio de Cirugía del Hospital Universitario durante un mes», vuelven a tener jefe de Cirugía. Un jefe que ha sido elegido, tras la negativa del equipo a elegir a alguien que no fuera José Manuel Fernández, tras la advertencia de la dirección médica «en la que se nos daba un plazo de 24 horas para elegir un nuevo jefe de Cirugía, transcurrido el cual se procedería a designar la jefatura mediante un turno rotatorio trimestral por orden alfabético«, explican.
Un día más tarde, el viernes 16 de abril, el director médico comunicó al cirujano de guardia la designación de un nuevo jefe de sección, el doctor José Muñoz Espejo, quien ejerciera el cargo hasta 2016, cuando dimitió por motivos personales. Desde el servicio de cirugía critican que el Muñoz «es el penúltimo cirujano según el anunciado orden alfabético, pero casualmente también es el único que se ha abstenido de firmar los documentos y notas de prensa que los demás hemos ido presentando a lo largo de las últimas semanas».
Insisten, por otra parte, en que el doctor Muñoz es «un excelente profesional que cuenta con el respeto y el aprecio de todos los cirujanos del servicio» y que nada tienen que ver sus críticas con esta elección, sino con la gestión de la dirección del HUCE.
Desde el servicio de cirugía recuerdan que «algo especial deberá tener el doctor Fernández» y su gestión del equipo durante los últimos cinco años «para recibir el apoyo unánime y decidido de sus subordinados, que no han dudado en plantar cara a la Dirección para defenderlo de las injusticias cometidas contra él en los últimos tiempos».
Por otra parte, critican que la directora de Enfermería y esposa de el director territorial de INGESA, Concepción Díaz, «ha acallado las críticas de los enfermeros reforzando los turnos para que nunca haya menos del número estipulado, algo tan básico que sorprende que no se estuviera cumpliendo hasta ahora. Sin embargo sigue estando terminantemente prohibido que ninguno de ellos acompañe al cirujano a visitar a todos los pacientes de la especialidad, una petición razonable y sencilla cuya negativa repetida e intransigente originó el escrito que desencadenó la petición de cese y posterior dimisión del doctor Fernández».
Toda esta situación ha dado lugar, según el equipo de cirujanos expresa en su comunicado, a «un daño infligido profundo» al servicio. Los cirujanos denuncian «la falta absoluta de apoyo por parte de una Dirección Médica pusilánime que, pese a reconocer la excelencia del servicio tanto en la práctica clínica como en la gestión y en la organización en tiempos de pandemia, no ha dudado en abandonar al doctor Fernández ante las exigencias de una directora de Enfermería autoritaria que no podía tolerar que uno de los mejores médicos del hospital criticara el caos en el que sus decisiones arbitrarias han sumido a la planta quirúrgica».
Todo esto unido al deterioro de las condiciones de trabajo de los cirujanos del Hospital de Ceuta, ha dado lugar a que numerosos profesionales hayan solicitado reducciones de servicio por diferentes motivos. «Esperemos que esto no sea la antesala de nuevas fugas de especialistas como las que vienen siendo habituales en nuestra ciudad», advierten. Denuncian también el trato a una cirujana dada de baja por embarazo y a un compañero al que en dos años no se le han hecho más que contratos eventuales.
«Nos gustaría contar con el triste consuelo de pensar que más pronto que tarde la Dirección se dará cuenta de que ha desmantelado un servicio con un nivel muy superior al de un hospital comarcal, que en muchas patologías ofrecía una atención propia de un hospital de referencia, y que ha logrado unas tasas mínimas de suspensiones y de retrasos durante la pandemia. Sin embargo esto sería subestimar la ceguera de una Administración intransigente que no duda en maltratar a sus mejores profesionales, a la que no le ha importado sacrificar un equipo ejemplar para satisfacer el orgullo de la directora de Enfermería, que recordemos es la esposa del director territorial, Jesús Lopera Flores. Una vez más, la política prevalece sobre la buena gestión. Al menos nuestros pacientes sí sabrán reconocer la calidad de la atención que les hemos proporcionado durante estos últimos cinco años», han concluido el comuncado, mostrando su total descontento con la gestión que desde INGESA se está realizado del Hospital Universitario y, más concretamente de su servicio, que tan importante es para la sanidad ceutí.