Como es habitual en la era Vivas, las sociedades municipales vienen siendo una extensión de los tentáculos del Gobierno de la Ciudad, en los que prima el autoritarismo y como es el caso el roce de la ilegalidad.
La situación acontecida en la celebración de los últimos consejos de administración de las diferentes sociedades municipales dista muy mucho de lo que debe ser la representación de la Asamblea en los mismos, atendiendo a lo recogido en los estatutos de estas entidades mercantiles.
Estas sociedades a las que hacemos referencia no son empresas al uso de las recogidas en el Código de Comercio, y no lo son porque su capital es 100% municipal, hasta tal punto que en una sociedad como Radio Televisión Ceuta, la Ciudad, al cierre del ejercicio 2019, tiene contraída una deuda de UN MILLÓN CIENTO CINCUENTA MIL SETECIENTOS QUINCE MIL CON VEINTITRÉS EUROS (1.150.715,23), una cantidad nada desdeñable y más si cabe en los tiempos que corren.
Este es solo un ejemplo de lo que ocurre en las cuentas de las sociedades municipales, aunque no el único, porque si hablamos del Hotel “Ceuta Puerta de África”, es tal el problema económico que tiene, que no exageramos cuando decimos que las nóminas de los trabajadores han peligrado durante distintos meses y no descartamos que sigan peligrando.
Aunque la situación de las diferentes sociedades municipales es realmente preocupante y debe ser objeto de un profundo debate que trate de enderezar el rumbo de las mismas, no es esto lo que queremos transmitir con este artículo a la opinión pública.
Por todos es conocido que desde el pasado 27 de enero, dos diputados del grupo político Vox abandonaron la disciplina de partido y pasaron a ser diputados no adscritos. Las razones no son necesarias incidir en ellas, porque no es al Grupo Socialista a quien le corresponde hacer valoraciones de cuestiones internas de otros partidos político, aunque lo que sí es evidente y ha quedado manifiestamente probado es que el grupo parlamentario ha pasado de tener 6 diputados a tener 4 por expreso deseo de dos de sus componentes, que han realizado todos los trámites jurídicamente requeridos para dejar de formar parte de un grupo político con los que, ya sea por ideario o por mensajes de WhatsApp, no se sienten identificados.
Esta nueva representación del Grupo Vox no se ha visto reflejada en los consejos de administración de las distintas sociedades, en las que, desde que se instauró el llamado voto ponderado, cada apoderado de los grupos políticos ostenta la representación del número de diputados que tiene en el pleno de la Asamblea; esto es, Partido Popular – 9 votos, Partido Socialista Obrero Español – 7 votos, Vox – 4 votos, MDyC-2 votos y Caballas-1 voto.
Algo, tan sencillo y simple de entender y que legalmente está perfectamente justificado, tanto en los estatutos de las propias sociedades como en el propio Derecho Mercantil, ha sido vulnerado en los consejos de administración hasta ahora celebrados: Procesa, Acemsa, RTVCE, Puerta de África, atribuyéndosele al Grupo Parlamentario Vox una representación que no ostenta, esto es 6 votos cuando en realidad tiene 4, contraviniendo la legislación vigente y con el beneplácito de las presidencias del Partido Popular, que para contentar a su socio de gobierno de la ultraderecha todo le vale , incluso no ajustarse a derecho.
Esto ha ocurrido con el pleno conocimiento de las presidencias, ya que el Grupo Parlamentario Socialista ha advertido de ello. Pero que importa la ley cuando de garantizar la aprobación de cuentas plagadas de errores y pérdidas se trata.
El Partido Popular nos tiene acostumbrado al todo vale, y, como en repetidas ocasiones, ha sido el partido de la ultraderecha el vocero de los planteamientos más retrógrados de este grupo municipal, lo que nos ha extrañado, porque le suponíamos una mayor responsabilidad, que se salte cualquier procedimiento como es el de llevar a Junta General la nueva representación en los consejos con la única intención de garantizar la aprobación de sus propuestas y no molestar a su socio de Gobierno. La legislatura es larga.
Lo que es evidente es que el Grupo Socialista va a estar muy pendiente a estas artimañas y no descarta solicitar la nulidad de los acuerdos si, como entendemos, no se adecua la representación de los consejos a la representación de la Asamblea y esta situación ha sido consentida a sabiendas por el Partido Popular.