Los incendios que están arrasando Los Ángeles han sido calificados por medios internacionales, como la BBC, como los “más destructivos” en la historia de la ciudad. Pese a los esfuerzos de los bomberos, que han comenzado a contener algunos focos, su avance sigue siendo devastador, especialmente en zonas como el municipio de Altadena, donde aún no se ha logrado control alguno.
En un artículo reciente, la BBC ha analizado las declaraciones de Anthony Marrone, coordinador de bomberos, quien identificó tres factores determinantes que han agravado esta tragedia: la baja humedad, los vientos de Santa Ana y la falta de infraestructura adecuada.
1. Los vientos de Santa Ana: el enemigo invisible
Uno de los principales responsables de la magnitud de los incendios es la fuerza de los llamados vientos de Santa Ana. Según las autoridades, estos vientos han alcanzado velocidades de hasta 161 kilómetros por hora en las áreas afectadas, un fenómeno que Simon King, meteorólogo de la BBC, describe como “vientos secos que eliminan la humedad de la vegetación”. Esta desecación convierte a los terrenos en un combustible perfecto para el fuego, dificultando aún más su contención.
Además, la intensidad de los vientos impide el uso de aviones y helicópteros para el combate aéreo, dejando a los hidrantes como la única herramienta para sofocar las llamas.
2. Sequía extrema y escasez de agua
Otro factor crítico es la sequía que azota la región, agravada por años de condiciones climáticas adversas. La falta de agua no solo impacta a las comunidades, sino que también limita las capacidades de los equipos de emergencia. Según Mark Pestrella, director de Obras Públicas del condado de Los Ángeles, “un combate contra incendios que requiere múltiples hidrantes extrayendo agua del acueducto durante varias horas es insostenible”.
La falta de agua, combinada con la imposibilidad de emplear medios aéreos, ha obligado a los bomberos a depender casi exclusivamente de los recursos terrestres, lo que ralentiza las labores de extinción.
3. Infraestructura insuficiente
La falta de infraestructura adecuada para hacer frente a desastres de esta magnitud ha quedado en evidencia. Según Marrone, la preparación en términos de redes hídricas y capacidad de respuesta no está a la altura de los desafíos que presentan los incendios actuales, especialmente bajo condiciones meteorológicas tan extremas.
Una tragedia histórica
La combinación de estos tres factores ha llevado a que la BBC y otros medios consideren estos incendios como los más destructivos en la historia de Los Ángeles. La magnitud de las pérdidas humanas, materiales y naturales todavía está por calcularse, pero ya es evidente que la ciudad enfrenta una crisis sin precedentes.
Con algunos focos comenzando a ser contenidos, las autoridades instan a los residentes a mantenerse informados y a seguir las recomendaciones de evacuación. Mientras tanto, los bomberos luchan contra el tiempo, el clima y los limitados recursos para evitar que esta catástrofe se convierta en una tragedia aún mayor.