La Asociación de Maestros Salazoneros de Ceuta pasa por la temporada de secado de pescado más complicada de su historia. «El cierre de la frontera ha provocado que el precio de los salazones pase de 3 euros el lomo de bonito a casi 5 euros» lamentan en un comunicado
«El traer mercancía de la península a través del país vecino es una odisea difícil de asumir por los importadores locales como Abdelkader o Yunes los cuales se deben a sus clientes de la plaza que les compran todo el año y estos presionan para comprar en exclusividad ante la escasez de pescado», explican.
La crisis sanitaria del coronavirus Covid-19 también ha influenciado la actividad salazonera por lo que la Consejería de Sanidad y Consumo ha implantado un Plan de Autocontrol para los Secaderos de Pecados y ahora son ellos los que a través de un listado de obligaciones diarias van limpiando y registrando su actividad. Este Plan de Autocontrol higiénica es seguido a rajatabla por cada uno de los integrantes de la Asociación de Maestros Salazoneros de Ceuta que se esmeran en ir cumpliendo y registrando estos requerimientos sanitarios.
Tal y como explican desde la Asociación, el pescado de la Almadrabeta se está convirtiendo en casi el único proveedor de los Maestros Salazoneros pero los precios se disparan en la lonja por el gran número de clientes de todas partes de la Ciudad que necesitan hacerse con pescado, «para que se han una idea el precio de una pieza de bonito que antes pasaba de contrabando por la frontera por los importadores locales de pagaba de 6 a 8 euros la pieza de 2 kilos y en la actualidad en lonja alcanza precios de 14 hasta 20€ la pieza. Todo esto ha provocado que muchos secaderos no les interese seguir porque a duras penas pueden servir a sus clientes locales».
La única ilusión que tiene la Asociación es que «en septiembre de este año la Ciudad Autonoma inicie la eterna promesa desde hace más de 4 años de remodelar la Explanada de Juan XXIII con los secaderos nuevos pero el pesimismo y la desconfianza se han apoderado de este colectivo y ya no se creen nada de lo prometido».