Protagonista involuntaria de una claro de luna en forma de cordura en una triste noche que ha hecho temblar los cimientos de la ciudad, nos atiende para pedir, desde el anonimato, «unidad» y «calma» al pueblo de Ceuta
En un día aciago para Ceuta y después de una semana no menos funesta, Ella representa la esperanza y pone en jaque incluso la convicción del pesimista devoto que, hoy más que nunca, piensa que «esto no tiene arreglo«.
No quiere cámaras, prefiere incluso que no digamos su nombre, Ella es «una ciudadana», «una ceutí», sin más, sin menos. «Me descompuse cuando llegué a casa y vi las imágenes que estaban circulando por redes sociales», nos dice sobre los destrozos ocasionados por unos vándalos en el altar del Puente Cristo. «Como musulmana que soy, no me gustaría que nadie atentase contra una mezquita, los símbolos religiosos para muchas personas son sagrados y eso hay que respetarlo siempre», nos explica.
No obstante, confiesa que no sabía la reacción que iba a tener la gente y que, en parte, debido a la espiral de crispación, temía que su gesto «pudiese sentar mal«. Asimismo, nos aclara que ella y el grupo que la acompañaba han sido las primeras personas en llegar, pero que, después, han ido más grupos dispuestos reparar el destrozo del que ha sido víctima uno de los símbolos más icónicos de Ceuta y, por ende, un bien cultural y patrimonio histórico de todos y todas los y las caballas.
Conversamos sobre lo ocurrido en la tarde del lunes y acabamos charlando del 28F, la manifestación más multitudinaria de la ciudad en lo que va de siglo -se saldó sin ningún incidente-. Hay un denominador común clave entre ambas fechas: la inmensa mayoría de los/as manifestantes, en ambos casos, pertenecen a la comunidad musulmana:
«Cada vez que hay una manifestación por la convivencia parece que siempre vamos los mismos. El 28F fue por la convivencia y contra el racismo y éramos los que éramos». «Los musulmanes necesitamos ver también a las demás culturas con nosotros, ver que nos apoyan y que nos quieren. Somos vecinos, lo hemos sido siempre, somos la gente de Ceuta. Si alguna vez volviese a haber una manifestación o un acto por la convivencia, ojalá que se viese a gente de todas las culturas, la convivencia es de todos», sentencia la mujer que con una escoba y un recogedor ha hecho mucho por la paz social y por el futuro de esta ciudad.
El guante está echado, Ceuta. De ti, de tus diversas gentes, depende seguir el ejemplo de esta ciudadana, orgullosa de ser ceutí, con todo lo que ello conlleva, y salir a decirle a tus vecinos/as que no están solos, que os tienen a su lado, que los queréis.
Todo muy bonito pero dónde estaban estos «Españoles» cuando nos manifestamos contra la invasión de Marruecos en la plaza de los reyes
Parece ser que entre la marabunta de zombies marroquíes que se colaron en Ceuta hay algunos yihadistas sirios,,andaos con ojo, cuidad de vuestras hijas,,que cristo y vuestra razón os ayude.