Tras las acusaciones de Caballas y a la espera de las explicaciones que dé Javier Guerrero, consejero de Sanidad de Ceuta, repasamos los casos confirmados y reconocidos en los de políticos y expolíticos que se saltaron el protocolo para ponerse la vacuna contra la covid-19
«Sobraban y se iban a tirar«, «quien se las tenía que poner no vino«, «no ha sido (la dosis) hurtada a nadie» o incluso «soy personal sanitario de primera línea«. Estos son los principales argumentos con los que han tratado de defenderse los políticos/as y exconcejales que han sido pillados por haberse vacunado contra la covid-19 cuando no les correspondía, violando así el protocolo establecido en la estrategia nacional de vacunación que señalaba a residencias de mayores (usuarios/as y personal) y al sanitarios de primera línea como destinatarios únicos de todas las dosis de las vacunas que, hasta la fecha, se han distribuido en España. De hecho, para intentar evitar picarescas como las que se han producido, la estrategia especifica que el personal sanitario de primera línea es, única y exclusivamente, el que «de manera específica realiza actividades que exigen contacto estrecho con personas que puedan estar infectadas por SARS-CoV-2, en función del riesgo de exposición y transmisión«.
Hasta la fecha, probablemente el caso más sonado sea el del exconsejero de Sanidad de Murcia, Manuel Villegas (PP), quien dimitió este miércoles tras reconocer que tanto él, como su mujer, como más de 450 personas de su Consejería se vacunaron contra la covid-19. Precisamente, Villegas fue uno de los que intentó defenderse intentando hacer ver que era parte del personal sanitario de primera línea (es cardiólogo de profesión).
No obstante, el de Villegas no es, ni mucho menos el único caso. Los alcaldes de El Verger y Els Poblets (Comunidad Valenciana), Ximo Coll y Carolina Vives; la alcaldesa de Torrecampo (Córdoba), Francisca Alamillo; y Francisco López, alcalde de Rafelbunyol (Comunidad Valenciana) y presidente de Joves Socialistes PSV-PSOE, también se han vacunado contra la covid-19. Estos cuatro alcaldes, que no han dimitido aún, han sido expedientados por el PSOE y suspendidos de militancia. Sin embargo, se ha conocido que otro dirigente socialista, el edil de de Alcaracejos (Córdoba), José Luis Cabrera, también se ha vacunado sin que le correspondiese hacerlo.
Saliendo del PSOE, pero no de Córdoba, encontramos el caso de Jesús Fernández, dirigente del partido independiente Ciudadanos Demócratas e Independientes (CDEI) y alcalde de El Guijo, que se vacunó en una residencia de personas mayores y que más tarde vino a insinuar que, prácticamente, que lo hizo contra su voluntad. «Yo no creo en la vacuna», llegó a decir.
Bernabé Cano, alcalde de La Nucía y diputado de Deportes, Juan Baustista Roselló, diputado provincial y responsable de un hospital psiquiátrico y el concejal de Sanidad en Orihuela, los tres de Alicante y del PP, son otros políticos a los que les ha parecido una buena idea usar viales con la vacuna que no estaban destinados a ellos.
Sergi Pedret, y un concejal (no ha trascendido su identidad) de Riudoms (Cataluña), ambos miembros de JuntsXCa, también se han vacunado.
Además de políticos en activo, Eduardo Maíz y José Luis Sabas, directores gerentes de la OSI Bilbao Basurto y del hospital Santa Marina, y exconcejales del PNV, han dimitido tras descubrirse que ambos se habían vacuanado ya contra el SARS-CoV-2-.
El último político en sumarse a esta lista, y todavía como sospechoso, es el consejero de Sanidad, Consumo y Gobernación de la Ciudad Autónoma de Ceuta, Javier Guerrero, a quien la oposición ha acusado de haberse vacunado y también de haber permitido que se vacunase el personal de la Consejería de Sanidad de Ceuta.