Tras 40 años de epidemia de VIH y SIDA, los mitos y las ideas erróneas sigan estando tan extendidos. Por ejemplo, sólo una de cada dos personas sabe que el VIH no se transmite al compartir el baño. El desconocimiento provoca el rechazo y la marginación de los trabajadores con SIDA, según muestra un informe de la agencia para el trabajo de la ONU
«Los mitos y las ideas equivocadas» sobre el VIH y el SIDA persisten y contribuyen al estigma y la discriminación en el lugar de trabajo, declaró el martes la Organización Internacional del Trabajo (OIT). A pesar de que la tolerancia de la gente a la enfermedad ha mejorado en los más de 40 años transcurridos desde el inicio de la epidemia de SIDA, una encuesta realizada a 55.000 personas en 50 países revela que sólo una de cada dos personas sabe que el VIH no se transmite al compartir el baño; cuatro de cada diez cree que no se debería permitir a las personas que viven con el VIH trabajar directamente con quienes no lo tienen, y hasta seis de cada diez personas apoyan la obligatoriedad de las pruebas del VIH antes de poder trabajar.
«Resulta sorprendente que, tras 40 años de epidemia de VIH y SIDA, los mitos y las ideas erróneas sigan estando tan extendidos«, afirmó Chidi King, directora de la Subdivisión de Género, Igualdad, Diversidad e Inclusión de la Organización Internacional del Trabajo.
Prevención y educación
«La falta de información básica sobre cómo se transmite el VIH está alimentando el estigma y la discriminación. Esta encuesta es una llamada de atención para que se revitalicen los programas de prevención y educación sobre el VIH” y el mundo del trabajo desempeña un papel fundamental.
La marginación en el mundo laboral empuja a los seropositivos a la pobreza, sostuvo King.
El informe de la Organización Internacional del Trabajo y la empresa de sondeos de opinión Gallup International revela que las actitudes discriminatorias se ven alimentadas por la falta de conocimientos sobre la transmisión del VIH.
A finales de 2020, aproximadamente 38 millones de personas vivían con el VIH en todo el mundo, con 1,5 millones de nuevos infectados ese mismo año, y aproximadamente 680.000 personas morían por enfermedades relacionadas con el SIDA, según la encuesta. A pesar de los progresos realizados, la pandemia de coronavirus ha agravado la situación.
El COVID-19
«La pandemia de COVID-19 ha hecho retroceder sin duda algunos de los esfuerzos y progresos alcanzados para erradicar el VIH, con lo que ahora es más urgente redoblar esos esfuerzos», dijo King.
La pandemia ha afectado no solo a los enfermos sino también a sus cuidadores. La falta de ciertos servicios ha supuesto una sobrecarga en los cuidadores, afectando sobre todo a las mujeres y, en algunos casos, a las niñas.
Asia y el Pacífico en el punto de mira
La encuesta muestra que la tolerancia más baja para trabajar directamente con personas con VIH se encontraba en Asia y el Pacífico, seguida de Oriente Medio y el Norte de África.
Las regiones con actitudes más positivas fueron África oriental y meridional, donde casi el 90% de los encuestados dijo que se sentiría cómodo trabajando directamente con personas con el VIH.
Los niveles educativos más altos también se asociaron con una predisposición a trabajar con personas que viven con el VIH.
Recomendaciones
El informe ofrece también una serie de recomendaciones, entre las que se incluyen:
- la puesta en marcha de programas sobre el VIH para fomentar un mejor conocimiento entre los trabajadores de las formas de transmisión del VIH
- la mejora del ámbito jurídico y político en torno al VIH para proteger los derechos de los trabajadores
- la abolición de las pruebas obligatorias del VIH
- la mejora del acceso a la protección social y el tratamiento de la violencia y el acoso que pueden derivarse del estigma y la discriminación
«El lugar de trabajo juega un papel clave en el tema educativo», dijo King a los periodistas en Ginebra. «Los trabajadores y los empresarios tienen sin duda un papel que desempeñar. El diálogo social es un mecanismo clave a través del cual se pueden elaborar políticas y materiales y productos con el fin de sensibilizar, asegurando que las políticas de contratación no discriminen a las personas con VIH/SIDA. Los gobiernos también son claves en términos de un compromiso más amplio».
Enfrentarse a las desigualdades y acabar con la discriminación es fundamental para acabar con el SIDA, según el informe, especialmente durante la actual pandemia de COVID-19.