El personal del Centro Penitenciario de Ceuta ha mostrado un contundente rechazo a la creación de un departamento de régimen cerrado en el establecimiento. Según una encuesta realizada por los sindicatos CSIF y ACAIP-UGT, más del 90% de los trabajadores se opone a esta iniciativa, alegando que supondría un aumento de la peligrosidad y la conflictividad dentro de la prisión
La plantilla del Centro Penitenciario de Ceuta ha manifestado de manera abrumadora su oposición a la apertura de un módulo de régimen cerrado en el establecimiento, según una encuesta impulsada por las organizaciones sindicales CSIF y ACAIP-UGT. La consulta, que ha contado con una elevada participación del personal penitenciario, revela que el 90,22% de los trabajadores se posiciona en contra de esta medida, frente a un escaso 5,26% que se muestra favorable y un 4,51% que prefirió no expresar su opinión.
Los sindicatos han tomado esta iniciativa ante las recientes declaraciones de ciertos sectores que abogan por la creación de este departamento, argumentando la necesidad de reforzar las instalaciones para albergar a internos clasificados en régimen cerrado. Sin embargo, los resultados de la encuesta, que han sido depositados ante notario para garantizar su transparencia, muestran un claro rechazo por parte de la mayoría de la plantilla. Cualquier trabajador que desee verificar su participación y el sentido de su voto puede acudir a la notaría del Ilustre Sr. D. Francisco Javier Balsera Ruiz, ubicada en la calle Queipo de Llano, nº 2, de Ceuta.
El argumento principal esgrimido por los trabajadores es que el Centro Penitenciario ya dispone de cuatro celdas habilitadas para el alojamiento provisional de internos en primer grado o preventivos que requieran un tratamiento especial antes de ser trasladados a otros establecimientos en la península. Asimismo, el centro cuenta con celdas con mamparas de cristal para aquellos internos que, debido a su estado de agitación, necesitan un aislamiento temporal para evitar que se hagan daño a sí mismos o a otros. En un futuro próximo, se prevé además la construcción de dos celdas adicionales con estas características.
Los trabajadores consideran que estos recursos son suficientes para gestionar a los internos de mayor conflictividad de manera temporal, hasta su traslado definitivo a otras prisiones de la península. Advierten que la apertura de un módulo de régimen cerrado implicaría el traslado a Ceuta de internos con un perfil muy peligroso, caracterizados por su inadaptación a los regímenes ordinarios o por haber protagonizado incidentes de gran gravedad, tanto dentro como fuera de otros centros penitenciarios, poniendo en riesgo la seguridad de funcionarios, otros reclusos o terceros.
La posible llegada de estos internos, cuyo régimen de vida está sujeto a revisiones trimestrales, conllevaría que aquellos que mejoren su comportamiento pasarían a convivir en los módulos de régimen ordinario con otros reclusos, lo que podría incrementar significativamente la conflictividad en la prisión de Fuerte Mendizábal. Esta circunstancia ha sido considerada por la plantilla, que cuenta con una dilatada experiencia profesional, al expresar su contundente rechazo a la propuesta.
Por otro lado, las organizaciones sindicales proponen que, en lugar de destinar recursos a la apertura de nuevos módulos de régimen cerrado, se priorice la creación de una Unidad Terapéutica-Educativa. Esta alternativa permitiría desarrollar programas de reinserción para internos con un perfil de baja conflictividad, cumpliendo con el mandato constitucional de reeducación y reinserción contemplado en el artículo 25.2 de la Constitución Española.
Dicha unidad favorecería la rehabilitación de los reclusos, proporcionándoles herramientas educativas, sociales y formativas que faciliten su reintegración en la sociedad, evitando la reincidencia y el estigma asociado a la privación de libertad. A través de programas específicos adaptados a las necesidades de cada interno, se trabajaría para fortalecer los lazos familiares y sociales, contribuyendo a una reinserción efectiva que reduzca el riesgo de exclusión social y desarraigo.
Los sindicatos CSIF y ACAIP-UGT reiteran que la prioridad del Centro Penitenciario de Ceuta debe ser la prevención de la violencia y la mejora de la convivencia, y consideran que la creación de la Unidad Terapéutica-Educativa es el camino adecuado para alcanzar estos objetivos, potenciando una reinserción efectiva y un entorno seguro tanto para trabajadores como para internos.