Como cada lunes, los trabajadores transfronterizos se han concentrado esta mañana en la Plaza de los Reyes, frente a la Delegación del Gobierno, para pedir soluciones a su difícil situación con una principal reivindicación: «Libertad de movimiento sin perder nuestros trabajos»
Llevan más de mes y medio concentrándose cada lunes en el centro de Ceuta y hace dos semanas consiguieron reunirse con la delegada del Gobierno, Salvadora Mateos, y trasladar sus reivindicaciones. Pero siguen esperando soluciones. Son decenas las trabajadoras y trabajadores transfronterizos que siguen atrapados en la ciudad autónoma y llevan más de año y medio sin poder volver a su hogares y ver a su familia. Hoy, en la Plaza de los Reyes, sus cánticos eran claros: «Libres nacimos», «somos iguales«, «justicia» y «derechos queremos«.
Entre sus principales propuestas está la de obtener un permiso de residencia por arraigo a los llevan más de 10 años trabajando en la ciudad, o modificar la ley para que puedan recibir prestaciones por estar cotizando en la seguridad social española. También, piden garantizar su derecho al tránsito diario por la frontera (ida y vuelta) cuando se produzca la reapertura, expidiendo a tal efecto un documento acreditativo de su condición.
«Estamos a la espera, todavía no hemos obtenido respuesta de nadie», señala Rachida Jraifi, como portavoz de todos sus compañeros. Desde la Delegación del Gobierno informaban que se está trabajando en abrir un nuevo pasillo humanitario para que todos aquellos que quieran volver a Marruecos puedan hacerlo, el problema es que muchos de estos trabajadores tienen el miedo de perder sus trabajos y solicitan que se garantice que puedan volver y seguir trabajando en Ceuta, donde llevan años ejerciendo diferentes oficios.
«Hay mucha más gente que está en la misma situación pero no pueden venir a la concentración porque están cuidando a niños o personas mayores», explica Jraifi, para intentar trasladar la magnitud de este problema que está sufriendo mucha gente y que está afectando a su vida y su salud mental: «lo estamos pasando muy mal» .
Además, la mayoría tiene su documentación caducada y se encuentra frente a la problemática de que cuando se abra el paso fronterizo y puedan salir no les dejen entrar de nuevo. Piden que España llegue a un acuerdo con el país vecino y se reconozcan sus derechos, destacando que esto es «una cuestión humanitaria» y que lejos de burocracias o conflictos políticos, estamos hablando de la vida de personas.