Nuevo lunes de concentración ante las puertas de la Delegación del Gobierno de una veintena de trabajadores y trabajadoras transfronterizas. Continuan reclamando una excepcionalidad que les permita salir de Ceuta para viajar a su país y poder visitar a sus familias, así como la posibilidad de empadronarse para poder regularizar su situación. La Delegada del Gobierno, se ha acercado hasta el grupo para explicarles que la situación «es compleja»
Los y las trabajadoras transfronterizas se han vuelto a concentrar en la plaza de los Reyes, a las puertas de la Delegación del Gobierno para reclamar, una vez más, algún tipo de solución a su situación. En esta ocasión, la delegada del Gobierno, Salvadora Mateos, ha bajado a la calle para atender al grupo y conversar con ellos, para explicarles que hasta que no se conforme el nuevo Gobierno en Marruecos, tras las elecciones, «no hay ningún interlocutor para poder volver a abrir un pasillo humanitario» que les permita volver a su país, como ya se hizo con las repatriaciones anteriores. En el caso de estas personas, sus pasaportes están caducados «y no se pueden renovar en España, por lo que habrá que esperar a que se abra la frontera o se establezca una nueva repatriación».
La Delegada les ha mostrado su apoyo y preocupación, pero les ha asegurado que «no es un tema con fácil solución, ya que hay que esperar a que se establezca el nuevo Gobierno» en el país vecino. En el caso de que estas personas quisieran volver a entrar a Ceuta, si la frontera continuase cerrada, deberían hacerlo mediante visado, volando desde Marruecos a la península, aunque según fuentes de Delegación, una vez abierta la frontera regularmente, «este grupo sería prioritario» para poder salir y entrar.
Pedimos recuperar nuestra humanidad
Como cada lunes, desde hace un mes, decenas de personas se reúnen en la céntrica plaza para pedir a las autoridades que les permitan regresar a su país para visitar a sus familias, sin perder su trabajo en la ciudad autónoma, «no podemos hacer nada, te lo quitan todo, te quitan la humanidad, te quitan los sueños, te cortan las alas. Nosotros aquí somos trabajadores que luchamos por esta ciudad, porque sentimos que es nuestra ciudad«, ha dicho Hassan Arahou, el portavoz de hoy, a los medios de comunicación.
«Son muchos sudores y lágrimas, queremos que se reconozca que estamos aquí, queremos justicia, tenemos derecho a estabilizarnos, a quedarnos, a soñar que mañana será mejor, y a tener fe en que nuestra ciudad va a cambiar, que no hay gente de segunda ni de primera, pero es una jaula para nosotros», explicaba Hassan Arahou.
El portavoz del grupo de trabajadores y trabajadoras se ha preguntado si no hay soluciones humanitarias, ya que «antes se solía valorar a la gente por su labor a la ciudad, ¿ahora se valora a la gente por dónde ha nacido? Pedimos justicia, esto no es justo. Pedimos recuperar nuestra humanidad, ¿por qué no puedo traerme a mis hijos y tener estabilidad?».