El nuevo presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Rafael Louzán, tiene prisa por organizar los órganos de gobierno de la institución y afianzar su proyecto antes de que finalice 2024. Su primera medida será nombrar la nueva Junta Directiva el próximo jueves 26 de diciembre, apostando por una estrategia que busca “el consenso”, un lema que marcó su campaña electoral frente a Salvador Gomar.
Desde su llegada al cargo, Louzán ha movido ficha con rapidez. Su viaje exprés a Catar para acercar posturas con Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, y su reunión con representantes clave del fútbol español muestran su voluntad de pacificar las tensiones en el deporte. Ahora, busca consolidar alianzas estratégicas con nombramientos clave en la Junta Directiva, entre ellos, los de Javier Tebas, presidente de LaLiga, y David Aganzo, presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), quienes podrían asumir sendas vicepresidencias.
Javier Tebas presidente de la Liga
Tebas y Aganzo, piezas clave en la nueva Junta
El apoyo de Tebas fue decisivo para Louzán en el proceso electoral. El presidente de LaLiga, tras años de enfrentamientos con la RFEF bajo las gestiones de Ángel María Villar y Luis Rubiales, ve en Louzán una oportunidad para estabilizar las relaciones entre ambas instituciones. Según adelantó la Cadena Ser, Tebas no solo formará parte de la Junta Directiva, sino que probablemente ocupará una vicepresidencia.
David Aganzo líder de AFE
Por otro lado, David Aganzo, líder del sindicato de futbolistas AFE, también desempeñó un papel crucial en la victoria de Louzán, cuyos votos resultaron determinantes en las elecciones. Su incorporación como vicepresidente refuerza la alianza entre la RFEF y los futbolistas, marcando un nuevo enfoque conciliador en la gestión del organismo.
Guiños al Real Madrid y al Barcelona
Además de consolidar apoyos estratégicos, Louzán busca tender puentes con los clubes más influyentes del fútbol español. Su viaje a Catar para reunirse con Florentino Pérez podría traducirse en un nuevo puesto destacado para el Real Madrid en la Junta Directiva, como ya sucedió en el pasado bajo la gestión de Rubiales. Pérez formó parte de este órgano desde 2018, y Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, se unió en 2021. Ambos clubes podrían recuperar su presencia en esta nueva etapa.
La relación entre Tebas y el Real Madrid, aunque históricamente tensa, podría encontrar un punto de entendimiento en esta nueva configuración. Louzán apuesta por la integración de todas las partes, aunque será un desafío equilibrar los intereses de LaLiga y los clubes.
Un paso estratégico ante el Tribunal Supremo
El nombramiento de la Junta Directiva también responde a un movimiento estratégico de Louzán para garantizar la continuidad institucional de la RFEF en caso de que su presidencia se vea comprometida. El próximo 5 de febrero, el Tribunal Supremo revisará la condena de siete años de inhabilitación por prevaricación que pesa sobre él. Si el fallo no le es favorable, Louzán deberá abandonar su cargo, y la Junta Directiva, ya constituida, sería clave para gestionar el proceso de nuevas elecciones presidenciales.
Este modelo ya fue empleado por Luis Rubiales antes de ser suspendido por la FIFA. Rubiales dejó a Pedro Rocha como heredero designado para liderar la transición. En el caso de Louzán, su Junta Directiva no solo será el órgano principal de gobierno diario, sino también un salvavidas político frente a los retos legales y la oposición del Gobierno.
Un futuro incierto pero prometedor
Con estos movimientos, Louzán intenta sentar las bases de un mandato marcado por la búsqueda de consensos, pero también por la incertidumbre. Mientras consolida su red de alianzas con figuras clave como Tebas, Aganzo y los clubes más influyentes, el Tribunal Supremo tendrá la última palabra sobre su futuro al frente de la RFEF.
De momento, Louzán sigue avanzando con paso firme, consciente de que el equilibrio entre las distintas fuerzas del fútbol español será el gran desafío de su gestión.