El ex presidente de la RFEF afronta un panorama judicial complicado, pero su vuelta al fútbol español sigue siendo una posibilidad a futuro
Luis Rubiales sigue estando en el centro de la controversia tras una serie de decisiones judiciales que delinean su presente, pero su futuro, aunque incierto, aún no está totalmente sellado. Este jueves, la Audiencia Nacional lo condenó a una multa de más de 10.000 euros por agresión sexual, mientras que el viernes el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) ratificó la sanción de tres años de inhabilitación impuesta por la FIFA. Esta sanción impide a Rubiales cualquier intento de regresar a la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) mientras dure su inhabilitación. Sin embargo, los expertos consultados coinciden en que, una vez cumplida dicha sanción, no existiría un impedimento legal para que Rubiales vuelva a postularse en el futuro.
Rubiales se encuentra actualmente apartado del ámbito deportivo tras el escándalo que protagonizó en la final del Mundial femenino de Australia, cuando le dio un beso no consentido a Jenni Hermoso. Tras la sanción de la FIFA, la cual lo dejó fuera de la Federación, su regreso a la RFEF parece improbable a corto plazo. No obstante, el hecho de que aún tenga la posibilidad de postularse a la presidencia una vez cumplidas las sanciones plantea un escenario ambiguo sobre su futuro en el fútbol español.
Según explica el profesor Nicolás de la Plata, especialista en Derecho Deportivo de la Universidad Europea de Madrid, “salvo una interpretación excepcional que vincule la sanción disciplinaria a una inhabilitación definitiva para ocupar cargos, Rubiales podría, en teoría, presentarse de nuevo cuando concluya la pena impuesta por la FIFA”. A pesar de que su condena penal ha sido firme, no se establece ninguna restricción que le impida ejercer cargos en la Federación una vez finalizada su inhabilitación.
La clave de este análisis radica en que la sentencia contra Rubiales no menciona una inhabilitación para ocupar cargos públicos. El presidente de la RFEF, a pesar de la relevancia institucional de su cargo, no es considerado un funcionario público en términos jurídicos, sino que se le contempla como el dirigente de una entidad privada, lo que hace que, desde un punto de vista legal, no se apliquen las mismas restricciones que a los cargos públicos.
Además, desde el ámbito constitucional, fuentes consultadas apuntan que una vez que Rubiales haya cumplido con su pena, las restricciones adicionales serían constitucionalmente discutibles, ya que el ordenamiento jurídico español favorece la reintegración de los individuos una vez cumplida su condena. Esto refuerza la posibilidad de que, al concluir la sanción, pueda presentarse a las próximas elecciones de la RFEF sin mayores impedimentos legales.
A pesar de estas consideraciones, Rubiales sigue enfrentándose a varios desafíos. Tiene pendientes otros casos judiciales relacionados con la gestión económica de la RFEF y con los contratos de la Supercopa de España en Arabia. Aunque estos casos no necesariamente tendrían que apartarlo definitivamente de su carrera, podrían influir negativamente en su retorno, dependiendo del desarrollo judicial de los mismos.
Mientras tanto, el tiempo juega en su contra dentro de la RFEF. Rafael Louzán, el actual presidente, ha consolidado su liderazgo tras obtener 90 votos en las últimas elecciones y parece contar con la estabilidad necesaria para continuar al mando de la Federación. Este escenario de calma política podría dificultar aún más el retorno de Rubiales, quien tendría que enfrentarse a un liderazgo consolidado y a una base de apoyo que no está dispuesta a permitirle un regreso sin dificultades.
En conclusión, aunque Luis Rubiales ha sido condenado y se encuentra sometido a sanciones tanto penales como deportivas, su futuro en la RFEF no está totalmente descartado. Su regreso a la presidencia dependerá de la evolución de sus casos judiciales, del cumplimiento de su sanción por parte de la FIFA, y de cómo se configure el panorama político dentro de la Federación en los próximos años.