La Comisión Europea ha concluido sin objeciones la revisión de la oferta pública de adquisición de acciones (OPA) lanzada por BBVA sobre el Banco Sabadell. Este paso crucial permite que la operación avance sin necesidad de una investigación más profunda por parte del Ejecutivo comunitario.
Fuentes financieras confirmaron a RTVE que las autoridades europeas estaban evaluando si BBVA podría beneficiarse de ayudas de terceros países que pudieran distorsionar el mercado. Sin embargo, se determinó que no era necesario iniciar una investigación en profundidad.
Un Nuevo Marco Regulatorio
Desde 2023, la Unión Europea cuenta con un reglamento sobre subsidios extranjeros que exige a las empresas notificar a Bruselas sobre subvenciones recibidas en los tres años anteriores. Este reglamento aplica a operaciones donde alguna de las empresas involucradas genera al menos 500 millones de euros en la UE y ha recibido contribuciones financieras superiores a 50 millones de euros de terceros países.
En el caso de la OPA sobre Sabadell, BBVA ya había señalado en su anuncio a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que presentaría una notificación a la Comisión Europea para evaluar el riesgo de inversiones extranjeras.
El Papel de la CNMC
La aprobación de Bruselas llega poco después de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) decidiera extender su análisis sobre la OPA, llevándola a una fase 2 para realizar un examen más detallado. Esta decisión complica el proceso para BBVA, cumpliendo con los deseos de Sabadell de un análisis más exhaustivo.
La CNMC busca asegurar que la fusión no afecte negativamente la competencia en el mercado español. Aunque la aprobación de Bruselas es un paso positivo, el análisis en profundidad de la CNMC podría alargar el proceso hasta el primer trimestre de 2025.
Implicaciones para el Sector Bancario
La fusión entre BBVA y Sabadell representa un movimiento significativo en el sector bancario europeo, que busca consolidarse para enfrentar mejor los desafíos económicos actuales. La aprobación de Bruselas es un indicativo de que las fusiones transfronterizas pueden avanzar bajo el nuevo marco regulatorio, siempre que se cumplan los requisitos establecidos.
Este tipo de operaciones son vistas como necesarias para fortalecer la posición de los bancos europeos frente a la competencia global, especialmente en un contexto de creciente digitalización y cambios regulatorios.
En conclusión, aunque la luz verde de Bruselas es un avance importante, el futuro de la fusión aún depende del análisis detallado de la CNMC y de cómo se gestionen las preocupaciones sobre la competencia en el mercado español.