El presidente francés recuerda a las monjas Léonie Duquet y Alice Domon, víctimas de los «vuelos de la muerte», en una ceremonia marcada por tensiones políticas.
A las diez de la mañana en Buenos Aires, el presidente francés, Emmanuel Macron, ingresó a la iglesia de Santa Cruz, un histórico refugio de resistencia de las Madres de Plaza de Mayo durante la dictadura argentina. Acompañado por la primera dama, Brigitte Macron, y en un acto íntimo, rindió homenaje a las 22 personas de nacionalidad francesa desaparecidas durante el régimen militar que comenzó en 1976. Entre ellas, recordó a las monjas Léonie Duquet y Alice Domon, secuestradas y asesinadas en los infames “vuelos de la muerte”.
El presidente argentino, Javier Milei, no participó del evento, en línea con su postura crítica hacia el consenso sobre las atrocidades cometidas durante la dictadura. En una carta entregada a Macron, familias de víctimas francesas expresaron su preocupación por la política de derechos humanos del gobierno argentino, señalando ataques contra organismos como las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y temiendo posibles amnistías para represores condenados.
La historia de Duquet y Domon es emblemática. Secuestradas en diciembre de 1977 junto a otros integrantes de la iglesia de Santa Cruz, fueron llevadas a la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), el principal centro de tortura del régimen. En un intento de encubrir el crimen, el gobierno militar difundió fotos de las monjas torturadas ante una bandera de la organización Montoneros, presentándolas como guerrilleras. Días después, ambas fueron arrojadas vivas al mar desde un avión militar.
El caso de las monjas activó un escándalo internacional por su nacionalidad francesa. Los restos de Léonie Duquet se identificaron y descansan en la iglesia Santa Cruz desde 2005, mientras que los de Alice Domon nunca fueron hallados. Alfredo Astiz, conocido como “el Ángel de la Muerte” y responsable de su secuestro, cumple condena en democracia. Sin embargo, su reciente visita en prisión por diputados del partido de Milei desató polémica y tensiones en el gobierno.
La visita de Macron se da en un contexto político complejo, marcado por las diferencias con Milei sobre derechos humanos y cambio climático. Pese a ello, ambos líderes sostienen un vínculo diplomático positivo. Macron aterrizó el sábado, cenó con Milei en la residencia de Olivos y tuvo reuniones bilaterales enfocadas en el comercio entre la Unión Europea y el Mercosur. Francia insiste en condiciones medioambientales estrictas que dificultan el acuerdo, mientras que Milei, negacionista del cambio climático, plantea una postura disruptiva en el escenario global.
El mandatario francés continuará su gira por América Latina en la cumbre del G-20 en Brasil y concluirá con una visita a Chile.