Decenas de miles de madrileños y madrileñas han salido a la calle para protestar por la gestión que el gobierno de Madrid liderado por Isabel Díaz Ayuso hace de la sanidad pública
Varias columnas de manifestantes recorrían las calles del centro de Madrid al grito de “la sanidad no se vende”, entre otras consignas, para exigir más personal de atención primaria y protestar por lo que afirman es el desmantelamiento progresivo del sistema de salud pública a favor la privatización por parte del gobierno regional del Partido Popular en Madrid.
La protesta en la capital de España, llamada “la marea blanca” por las batas blancas que llevaban muchos manifestantes, médicos, personal de enfermería y demás trabajadores del sistema sanitario que marcharon tras una gran pancarta bajo el lema «Madrid se levanta por la salud pública».
Madrid en el centro de las protestas
Paros parciales comenzaron el lunes pasado, que acabarán con una huelga general convocada para el 21 de noviembre, donde las organizaciones sindicales llaman a secundar los casi 5.000 médicos de Madrid.
La protesta fue convocada por plataformas de ciudadanos en defensa de la sanidad pública, asociaciones de vecinos, sindicatos y partidos políticos de la oposición en la asamblea madrileña.
El Gobierno de Madrid, del Partido Popular, ha sido criticado en los últimos años, y especialmente desde que comenzó la pandemia por el COVID-19 en 2020, por la falta de personal en hospitales y centros de atención primaria de salud.
Los organizadores dicen que aunque Madrid es la región española con el ingreso per cápita más alto, también es la que menos gasta per cápita en atención primaria en los centros de salud. Aseguran que de cada 2 euros que se gastan en sanidad en Madrid, uno acaba en el sector privado.
“Los madrileños merecemos una atención primaria de salud de calidad y no demoras de más de una semana para acudir al médico de familia o al pediatra”, afirma un portavoz del sindicato de médicos AMYTS.
Ayuso niega que haya escasez de personal y afirma que las protestas y huelgas están siendo orquestadas por partidos de izquierda en el período previo a las elecciones municipales y autonómicas del próximo año.
“Los impuestos deben de servir para atender las necesidades de las personas, no es normal que Ayuso baje los impuestos a los que más tienen para después exigir más dinero al gobierno de la nación” afirmaba Laura a El Foro de Ceuta, una mujer dependiente que asistía a la marcha en una silla de ruedas.