Antonio Maíllo, coordinador federal de Izquierda Unida (IU), ha declarado que era imperativo pedir perdón por el caso de Íñigo Errejón. En una entrevista reciente, Maíllo subrayó la necesidad de reconfigurar el grupo parlamentario Sumar para abrir una nueva etapa más inclusiva y participativa.
En el programa 24 horas de RNE, Maíllo expresó: «Era necesario pedir perdón para empezar a reconstruir una línea de interlocución directa con la gente que está en estado de shock. Es lo que pedíamos desde IU y nos satisface que se haya hecho». Estas declaraciones se produjeron tras una reunión del grupo parlamentario para abordar la crisis generada por las acusaciones de violencia machista contra Errejón.
Maíllo considera que esta situación debe servir como un catalizador para construir una nueva etapa en Sumar, con una mayor implicación y participación democrática. Hasta ahora, el grupo ha operado de manera muy vertical, algo que Maíllo cree que debe cambiar.
Apuesta por la Unidad y la Portavocía
El coordinador de IU también destacó la importancia de «apagar este gran incendio» y abordar la cuestión de la portavocía en Sumar. Con la salida de Errejón, el grupo necesita un nuevo portavoz en el Congreso, una tarea que Maíllo considera urgente pero manejable en el corto plazo.
«Aunque aún hay portavoces adjuntos que pueden llevar a cabo la labor, en una semana hay tiempo para abordar el asunto», afirmó Maíllo. Además, subrayó la necesidad de unidad dentro de Sumar, argumentando que solo una oferta electoral unificada podría facilitar la renovación de un gobierno progresista o de izquierda.
Críticas a la Carta de Errejón
Por otro lado, Maíllo criticó la carta de Errejón, describiéndola como «autojustificativa» y carente de un verdadero sentido de arrepentimiento. «No está siendo una carta virtuosa, todo lo contrario», comentó, sugiriendo que Errejón no ha mostrado la capacidad de pedir perdón por sus acciones.
Con estos comentarios, Maíllo busca no solo cerrar un capítulo complicado para Sumar, sino también sentar las bases para un futuro más colaborativo y menos jerárquico dentro del grupo parlamentario.