El PSOE se suma un año más a la conmemoración del Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial, que cada 21 de marzo y desde 1966 recuerda a los fallecidos en la manifestación celebrada ese día de 1960 en Shaperville contra el Apartheid en Sudáfrica. Las Naciones Unidas instauraron este día con el objetivo de sensibilizar a toda la sociedad de que los principios de igualdad y no discriminación forman parte de los derechos humanos fundamentales.
La Asamblea General de las Naciones Unidas, en su reciente resolución sobre la eliminación del racismo, señala que todos somos libres e iguales en dignidad y derechos y que todas las doctrinas de superioridad racial son científicamente falsas, moralmente condenables, socialmente injustas y peligrosas debiendo ser rechazadas, al igual que las teorías con que se pretende determinar la existencia de razas humanas separadas. Asimismo, la Asamblea General, proclamó el Decenio Internacional para los Afrodescendientes 2015-2014, reconociendo que los afrodescendientes representan un grupo específico cuyos derechos humanos deben promoverse y protegerse. Alrededor de 200 millones de personas que se identifican a sí mismos como descendientes de africanos viven en las Américas y muchos millones más viven en otras partes del mundo, fuera del continente africano, incluyendo nuestro país.
El reconocimiento del valor de la dignidad humana, el respeto a los derechos humanos y la no discriminación es también uno de los fundamentos de la Unión Europea, que establece entre sus objetivos la lucha contra toda discriminación por razón, entre otras, del origen racial o étnico. También nuestra Constitución encumbra esos valores, garantizando en su artículo14, el derecho de todas las personas a no ser discriminadas “por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”.
Nuestro país, España es una muestra del enriquecimiento mutuo que supone contar con una sociedad diversa, intercultural, multinacional y multiconfesional. Durante estos 40 años de democracia hemos avanzado mucho en cuanto a la eliminación de discriminaciones. Esta misma legislatura, con un Gobierno del PSOE, hemos recuperado la sanidad universal, creado la Dirección General para la Igualdad de Trato y Diversidad, aprobado el Plan de Acción de Lucha contra los Delitos de Odio reactivado el Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica, y promovido la cooperación institucional en la lucha contra el racismo, la xenofobia, la LGBTIfobia y otras formas de intolerancia.
Sin embargo, y a pesar de estos avances, aún hoy, el racismo, la xenofobia, y otras formas de intolerancia, como el antisemistismo , el antigitanismo, y la afrofobia, siguen constituyendo una lacra social contra la que debemos luchar. Según estadísticas del Ministerio de Interior correspondiente al año 2017 los delitos de odio por motivos racistas y xenófobos pasaron de 416 en 2016 a 524 en 2017 y en 2018 se han atendido un total de 729 casos de discriminación racial o étnica. Son cifras inasumibles en una sociedad democrática ya que todas y todos tenemos el derecho universal a no ser discriminados, a la igualdad de trato, a ser respetados, a convivir en armonía y no sufrir ningún tipo de exclusión por nuestro color de piel, por nuestra pertenencia a una determinada etnia, por nuestro acento, nuestro origen, nacionalidad o nuestros rasgos.
Debemos mantenernos más fuertes que nunca en nuestra defensa de sociedades diversas, inclusivas e integradores donde todos quepamos, especialmente en un momento como el actual, cuando resurgen, también en nuestro país, movimientos nacional-populistas de extrema derecha, con programas extremistas que alimentan el odio al diferente, el racismo, la xenofobia, la intolerancia hacia los inmigrantes y refugiados, así como hacia las personas de ascendencia africana o que profesan religiones como el Islam. El reciente e inhumano ataque terrorista de extrema derecha en Nueva Zelanda nos enseña hasta dónde puede llegar el discurso del odio contra el diferente.
Es por ello que los y las socialistas, frente a unas derechas que se alían o que se ponen de perfil frente a movimientos que alimentan el racismo y la xenofobia, reiteramos nuestra determinación a hacer de nuestra lucha contra la discriminación una de nuestras banderas, y defenderla haya donde estemos representados, desde el más pequeño de los ayuntamientos, hasta el Parlamento Europeo así como en cada una de las Comunidades y Ciudades Autónomas; también, desde el Gobierno de España, en la escena internacional.
La España que queremos es una España inclusiva donde no quepa la discriminación racial.