Las mujeres y hombres que formamos parte de Ceuta Ya!, tenemos la firme convicción de que nuestra ciudad debe seguir la senda de la interculturalidad, avanzando hacia una convivencia plena y efectiva que destierre definitivamente el discurso del “ellos” y el “nosotros”.
El sentimiento compartido de pertenencia a un cuerpo social diverso por naturaleza, pero único en cuanto a su razón de ser como pueblo, debe prevalecer frente a la fragmentación, el recelo, los prejuicios y la frágil “coexistencia” que se está consolidando como casi la única forma posible de vida en común. No nos resignamos. Ceuta puede y debe aspirar a más.
Para ello, es fundamental suprimir del acervo cultural colectivo cualquier elemento, sea material o simbólico, que pueda resultar incómodo u ofensivo para alguna de las comunidades que dan forma a ese pluralismo del que tanto nos enorgullecemos. Los hechos deben guardar coherencia con las palabras.
Que el Día de Ceuta siga siendo el 2 de septiembre se presenta como un obstáculo insalvable para alcanzar tan loable objetivo. Y no sólo porque es una fecha que, con razón, despierta rechazo, e incluso indignación, entre muchos y muchas ceutíes. También lo es por su carácter anacrónico. La Ceuta de 2022 no tiene nada que ver con la “Ceuta portuguesa” que seguimos rememorando y celebrando, a duras penas, cada año desde una nostalgia estéril.
Ceuta es una ciudad diversa. Lo sentimos como una cualidad y no como un problema. Esta realidad, que algunos se empeñan en combatir, debe ser visibilizada y puesta en valor, también en las efemérides que seleccionamos cuando pretendemos celebrar nuestro presente y mirar hacia el futuro. Lejos de mantener elementos de fricción, necesitamos hallar espacios de encuentro, emociones compartidas que sirvan para reforzar y fortalecer nuestros lazos de unión. La españolidad es, probablemente, el más sólido de todos ellos. Es, sin duda, nuestra seña de identidad por excelencia.
Por esta razón, defendemos que el Día de Ceuta sea el 13 de febrero, en conmemoración de la fecha en que la población ceutí decidió libre y democráticamente pertenecer a España. Creemos firmemente que este día responde mejor a los anhelos de una ciudad que, como la nuestra, se ve continuamente cuestionada en su soberanía.