La pandemia por COVID-19 ha afectado significativa y negativamente al bienestar y a la salud mental de la población, especialmente a las personas socialmente más vulnerables por las condiciones de vida social, laboral y/o relacional; así como por la etapa vital en la que se encuentran o por padecer antecedentes mentales previos. Se hace notable la necesidad, cada vez más, de atención psicológica en materia de salud mental en la sanidad pública y resulta necesario, por ello, aumentar considerablemente los recursos materiales y humanos. Más que nunca, es fundamental la figura del psicólogo/a en Atención Primaria con carácter preventivo y terapéutico.
Desde el Colegio Oficial de la Psicología de Ceuta (COPCE), queremos enfatizar la necesidad de la sensibilización, prevención e intervención ante el suicidio. Como advierte la Organización Mundial de la salud (OMS), el suicidio es un problema muy grave que está acabando en el mundo con la vida de una persona cada 40 segundos, implicando que 800.000 personas mueran al año por esta causa. El suicidio en España supone la primera causa de muerte externa con el fallecimiento de 3600 personal al año, a razón de 10 personas diarias o un suicidio cada 2,5 horas de media, superando con creces las víctimas de accidentes de tráfico o de infecciones nosocomiales.
En un reciente estudio emprendido por los Colegios Oficiales de la Psicología de Ceuta y Melilla, se ha evidenciado un preocupante aumento de sintomatología psicopatológica (estrés, ansiedad, depresión, etc.) entre la población de ambas ciudades autónomas, que ha arrojado una escalofriante cifra: el 67,4% de las 1040 personas encuestadas reconoce haber padecido durante la pandemia bastantes o muchos más pensamientos relacionados con la muerte y el suicidio.
Por todo ello, el COPCE insta a las autoridades competentes a tomar conciencia sobre estos hechos y promulgar las disposiciones legales oportunas y recursos necesarios para implantar servicios psicológicos de calidad en el ámbito público en aras de mejorar la salud mental de la ciudadanía, porque “sin salud mental no hay salud”.