La irrupción de la pandemia por el virus SARS Cov-2 nos ha colocado ante la evidencia del impacto en la salud global de una zoonosis provocada, según las investigaciones más fiables, por el salto de un coronavirus desde un animal salvaje al humano. Esto viene sucediendo con relativa frecuencia en las últimas décadas y viene a confirmar las reiteradas advertencias de la OMS sobre los efectos del cambio climático, y la consiguiente pérdida de biodeversidad, sobre la salud humana.
Pero el impacto de la pandemia va más allá, ha afectado a nuestra forma de relacionarnos, de convivir y de producir. Podemos hablar, entonces de una sindemia, debido a la sinergia de efectos sanitarios, sociales y económicos. Esto supone que la capacidad de tomar medidas para defenderse del contagio tampoco es la misma, dependiendo de la situación económica y social. La tarea, por tanto, es doble: lograr un mundo más justo y saludable.
La capacidad de respuesta de los Sistemas Sanitarios ha sido una garantía en los países en los que la universalidad, la equidad y la calidad constituyen una gran fortaleza y, sobre todo, la capacidad para la investigación clínica dirigida a un tratamiento eficaz para una enfermedad nueva y, en ocasiones, sorprendente. Pero, a la vez, ha puesto en evidencia la debilidad de los servicios de salud pública y la capacidad de la salud comunitaria, piezas claves de respuesta a un problema de salud comunitaria. Por eso revitalizar el Sistema Nacional de Salud será una de las principales tareas que incluya reforzar la salud pública e impulsar la salud comunitaria. La atención integral a la salud sigue siendo nuestro modelo y la implementación del Marco Estratégico de Atención Primaria y Comunitaria, un paso importante.
Desde el PSOE queremos manifestar a las y los sanitarios nuestro un sincero reconocimiento y una inmensa gratitud por su entrega en detectar, diagnosticar y atender a las personas contagiadas, por su compromiso profesional, más allá de las estrictas obligaciones.
Quizás la parte más esperanzadora de la experiencia de este año de pandemia ha sido la investigación para lograr vacunas eficaces, en tiempo récord, única forma eficaz para combatir la pandemia. Ahora, el desafío de la humanidad es lograr el acceso justo a las vacunas en todos los países y a toda la población para lograr la inmunidad colectiva en un mundo globalizado. La tarea sigue siendo Lograr un mundo justo y saludable si aspiramos como humanidad a vencer esta pandemia.
El Gobierno de España, dentro de la estrategia de la Unión Europea, centra el esfuerzo en administrar vacunas como objetivo principal, pero sin olvidar los efectos sociales y económicos mediante el escudo social y las ayudas a empresas y trabajadores para evitar cierre de empresas y pérdidas de empleos.
Y no podemos perder de vista el origen de esta pandemia, relacionada con el cambio climático, la desaparición de especies debida a la alteración de hábitats y los equilibrios ecológicos, de los que como especie humana formamos parte. Urge recordar el acertado lema de la OMS de piensa globalmente y actúa localmente.
La tarea inmediata para combatir la pandemia exige un acceso justo a la vacuna, pero también una cobertura sanitaria universal; combatir la sindemia, un reparto más justo de la riqueza; prevenir nuevas pandemias, combatir el calentamiento global.
El PSOE está comprometido con estas metas, que requieren compromiso multilateral.
En definitiva: construir un mundo más justo y saludable.