El último informe quinquenal del Ministerio del Interior sobre migraciones muestra un leve repunte de llegadas a Ceuta por la vía marítima entre el 1 y el 15 de julio de 2020 (16 personas), mientras que no registra ninguna llegada por vía terrestre a la ciudad. Pese a este ligero aumento, las estadísticas muestran que el descenso pronunciado de llegadas a la ciudad autónoma se mantiene durante el primer semestre del año en relación al mismo periodo de 2019. Sin embargo, la ruta de Canarias, mucho más peligrosa, sigue experimentando un aumento de hasta el 500% con respecto a 2019. Las organizaciones de derechos humanos inciden en que la militarización y la externalización de las fronteras son claves para este peligroso cambio en las rutas migratorias
Un nuevo informe del Ministerio de Grande-Marlaska muestra el peligroso cambio en las rutas migratorias desde África hacia España. Continua el drástico descenso de las llegadas a Ceuta por vía marítima y terrestre, mientras, aumenta en hasta un 505,6% (2.336 personas más que en el primer semestre de 2019) las llegadas a Canarias en relación al año 2019. En general el descenso de llegadas al país es generalizado, por vía marítima habrían entrado 7.700 personas en lo que llevamos de años, lo que supone un descenso del 35% (3.988 personas) menos que en 2019. Mientras en por vía terrestre, a través de los perímetros fronterizos de Ceuta y Melilla lo habrían hecho 1.343 personas, un 55% menos (1.635 personas) que en el mismo periodo de 2019.
Los datos de Ceuta se mantienen a la baja, pese a un leve repunte en las llegadas por vía marítima, que según recoge el informe, en esta última quincena habrían llegado a Ceuta 16 personas en 7 embarcaciones, lo que supone un descenso del 75,50% (66 personas en total) en relación al mismo periodo del año pasado, en el que llegaron 269 personas.
La mayoría de las personas que llegan a Ceuta por vía marítima lo hacen al ser rescatadas por Salvamento Marítimo o al ser interceptadas por la Guardia Civil mientras pretenden alcanzar las costas peninsulares, en algunos casos, los que menos, se trata de personas migrantes que cruzan a nado o en embarcaciones pequeñas el perímetro fronterizo para pedir protección internacional en Ceuta. El Foro de Ceuta ha tenido constancia del rescate de hasta 7 de las 16 personas filiadas en esta quincena, tres jóvenes fueron rescatados por Salvamento Marítimo el pasado día 07 de julio, otros dos el 09 de julio también por Salvamento Marítimo, mientras que el Servicio Marítimo de la Guardia Civil interceptó a otros dos que referían haber salido desde Ceuta el pasado día 15. En los tres casos viajaban a bordo de un kayak hinchable, hecho que está siendo investigado por el Instituto Armado.
En lo relativo a las llegadas a través del perímetro, el descenso es generalizado durante todo el periodo, acentuándose con el decreto de estado de alarma y el cierre de la frontera entre Marruecos y España. Según las fuentes consultadas, las personas filiadas desde que Marruecos decidiese, de manera unilateral, el cierre de su frontera el pasado 13 de marzo, ya se encontraban en Ceuta, por lo que ninguna de las llegadas desde entonces se ha producido realmente, si no que se trata de personas que ya estaban en Ceuta con la intención de continuar su ruta migratoria hacia la Península o bien, de trabajadores y trabajadoras transfronterizos que no constaban en la base de datos de la Policía Nacional.
Militarización y externalización
La Comisión Española de Ayuda al Refugiado recoge en su Informe Anual ‘Las personas refugiadas en España y en Europa’ que “este pronunciado descenso se debe principalmente al refuerzo de las relaciones entre España y Marruecos en materia migratoria” y que la reactivación de la ruta atlántica hacia Canarias a partir del último cuatrimestre de 2019 puede explicarse por la intensificación del control en la zona del Estrecho, costas andaluzas y Ceuta y Melilla. En el Informe también detallan que el “plan de refuerzo y modernización del sistema de protección fronteriza”, con un presupuesto superior a 32 millones de euros, con el que pretende avanzar hacia una “frontera inteligente”, incluyendo la instalación de renovadas cámaras de vigilancia y sistemas de reconocimiento facial.
Por su parte, la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) apunta en su informe Derechos Humanos en la Frontera Sur 2020 que el descenso de migrantes en la Frontera Sur se sostiene gracias a la subcontratación por parte de España de la violencia de Marruecos contra las personas subsaharianas que intentan llegar a Europa por esta vía. “El Gobierno español era plenamente consciente de que poner en manos del régimen marroquí la gestión de la frontera sur europea implicaba el uso intensivo y extensivo de una desatada represión extremadamente violenta contra las personas de origen subsahariano”, denuncian desde la organización.
El Ministerio del Interior además, ha reconocido en diversas ocasiones que este descenso de llegadas a Ceuta se debe al blindaje del perímetro fronterizo y al desvío de las rutas hacia el mar.