Sobre la reapertura de las fronteras todavía no se han pronunciado oficialmente las autoridades marroquíes.
Entre los negocios que retomarán su actividad -todos con limitaciones de aforo y medidas de seguridad- están los locales de hostelería, los hamman, gimnasios e incluso hoteles -orientados a la acogida de turismo interior-
Pese a que la situación epidemiológica del país ha sufrido un retroceso debido al rebrote de casos que ha experimentado en los últimos días, Marrueocs avanza en su propio plan de desescalada y desde este jueves volverán a levantar la persiana los negocios relacionados con el sector hostelero, los centros deportivos o los servicios de transporte interurbano e incluso los vuelos en el interior del país.
Se permitirá así la reapertura de cafés y restaurantes; también de los centros y galerías comerciales, así como de áreas de ocio y entretenimiento, gimnasios, peluquerías o hamman, todos sin superar el 50% de su capacidad de aforo. Del mismo modo, se permitirá que se retomen las actividades «relacionadas con la producción audiovisual y cinematográfica«. Otro espacio que se podrá volver a utilizar serán las playas, manteniendo la distancia de seguridad.Con respecto al transporte, se reanudarán las conexiones entre las ciudades del país por carretera o ferrocarril, así como los vuelos nacionales.
Cabe recordar que Marruecos se encuentra divido en la «zona 1» y la «zona 2«, determinadas en función del nivel de emergencia sanitaria. De este modo, las medidas que se han aprobado para espolear la economía, no afectarán de igual modo a cada una de las zonas. La «zona 2» es la que tiene mayores restricciones y comprende las ciudades de Tánger, Larache, Kénitra y Marrakech. Los habitantes de estas ciudades necesitarán un permiso para poder viajar a otras zonas del país que formen parte de la «zona 1» aunque sí podrán viajar a otras ciudades de la «zona 2».
Finalmente, las autoridades sanitarias del país vecino han considerado necesario mantener las restricciones, tanto en la zona 1 como en la zona 2, para museos, cines, teatros y piscinas públicas. Del mismo modo, tampoco se permiten todavía las celebraciones de bodas o funerales.