Medios del páis vecino señalan que desde Rabat se ha tomado la decisión de establecer una «zona franca comercial» en Castillejos para paliar los efectos derivados del cese del «contrabando» con Ceuta y Melilla
El gobierno marroquí parece no dar puntadas sin hilo. Tras el ostensbile crecimiento económico y social que ha experimentado la zona norte de Marruecos en la última década, llegó la clausura unilateral de la aduana comercial con Melila y, posteriomente, el cese el del porteo, también por decisión propia de las autoridades del Reino alauita. Ahora, medios marroquíes anuncian que Rabat plantea acelerar al máximo los planes para la industrialización de la zona norte de Marruecos, así como ejecutar una serie de obras públicas para mejorar las infraestructuras. Todo ello con el propósito de establecer una «zona franca comercial» en Castillejos.
Esta zona franca podría estar operativa en unos 18 meses según medios marroquíes y con ella se pretende acabar de una vez por todas con el contrabando de mercancías. El anuncio de este paquete de medidas y la presteza del país vecino en llevarlas a cabo demuestran que la decisión de acabar con el porteo y el contrabando de mercanías estaba totalmente calculada y premeditada.
España guarda silencio por el momento
Por el contrario, el gobierno de PSOE y Unidas Podemos no ha hecho un solo pronunciamietno al respecto de la situación que atraviesan las ciudades de Ceuta y Melilla ahora que tienen que lidiar con las hostilidades del gobierno marroquí. No es que se afee al Gobierno de la Nación que no «plante cara» a Marruecos, el reproche es que tampoco ha planteado ninguna alternativa para el futuro económico de la dos ciudades autónomas.
De hecho, la Delegación del Gobierno de Ceuta lleva unos tres meses sin hacer declaraciones sobre la frontera, tal y como ha señalado la propia delegada del Gobierno, Salvadora Mateos, a los medios de comunicación en la visita del secretario del Estado, Rafael Pérez.