Confirmadas treinta y siete víctimas de la tragedia en la valla de Melilla. Las cifras no son definitivas pueden seguir aumentando. Además, se confirman las redadas en los bosques colindantes a Ceuta, que aunque se producen normalmente, esta vez se ha hecho público, y acaban con la deportación hasta el desierto de las personas migrantes detenidas. Organizaciones de Derechos Humanos denuncian la externalización de las fronteras a terceros países que no son seguros ni garantes de los Derechos Humanos
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- Elín condena la violencia en la frontera de Marruecos con Melilla, que ha costado la vida de al menos a 27 personas
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Así lo han denunciado decenas de organizaciones defensoras de los Derechos Humanos a este y al otro lado del Estrecho. Las imágenes que han trascendido son terroríficas y a cualquiera que tenga un mínimo de sensibilidad le revuelve el estómago pero, esta es la crudeza -y la realidad– de la Frontera Sur, de la externalización del control migratorio y de la inexistencia de vías legales y seguras para que las personas que huyen de sus países, por diversas razones, puedan pedir asilo y/o protección internacional.
El ‘viernes de masacre‘ en la valla melillense ha dejado al descubierto cómo esta externalización afecta directamente a la vulneración de los derechos humanos de aquellas personas que se encuentran en tránsito migrante. Desde el pasado ‘viernes de masacre’ hay confirmadas 37 víctimas, por los golpes que recibieron y la falta de auxilio, además, las cifras no son definitivas pueden seguir aumentando.
La Delegación del Gobierno de la Ciudad Autónoma aseguraba que unas 2.000 personas se habían aproximado a las inmediaciones del perímetro fronterizo por la zona de Barrio Chino, que 1.500 habían logrado acercarse a las inmediaciones de la ciudad y que 500 habían iniciado la entrada a la misma. Finalmente fueron 133 las personas que lograron alcanzar suelo europeo.
Sudán y Chad, origen mayoritario de las víctimas
Los perfiles de las persona que huían de Marruecos: varones jóvenes, en su mayoría de origen sudanés y chadiano, según Solidary Wheels, Iridia, No Name Kitchen, SOS Refugiados Europa, Novact, Geum Doudou.
Según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en Sudán del Sur desde diciembre de 2013, «los brutales conflictos han cobrado miles de vidas y ha expulsado a casi cuatro millones de personas de sus hogares. Mientras muchos permanecen desplazados dentro del país, más de dos millones han huido a países vecinos en un intento desesperado por alcanzar la seguridad». La Agencia de la ONU apunta que la situación en Sudán del Sur y los países vecinos «ha escalado rápidamente hasta llegar convertirse en una emergencia humanitaria«.
Por su parte, Médicos Sin Fronteras denunciaba en 2017 que «con más de 2,7 millones de personas obligadas a abandonar sus hogares, la cuenca del lago Chad alberga actualmente una de las mayores crisis humanitarias del continente africano. La situación está llegando al límite debido a los ataques del grupo Estado Islámico de la Provincia de África Occidental (ISWAP por sus siglas en inglés), también conocido como Boko Haram, y a la puesta en marcha de una fuerte respuesta militar para frenar la violencia».
Además, «Chad acogía en 2021 a unos 11.000 refugiados centroafricanos de un total de 117.000 que han huido a los países vecinos de Camerún, República Democrática del Congo, y la República del Congo como consecuencia de la violencia poselectoral que también ha provocado el desplazamiento de 164.000 personas dentro del país», según ACNUR.
Como recuerdan desde Elín, muchas de estas personas que vivieron este «desamparo» proceden de Chad y de Sudán, «países que, al igual que otros muchos, se encuentran inmersos en conflictos bélicos desde hace muchos años y de las que ACNUR reconoce su estatuto de personas refugiadas».
Redadas violentas y deportaciones al sur de Marruecos
Este domingo, las autoridades marroquíes realizaban una redada cerca de Ceuta y desde la Dirección General de Seguridad Nacional (DGSN) de Marruecos emitían un comunicado donde anunciaban la detención de 59 personas entre Tetuan y los montes cercanos a Ceuta, en la zona de Belyounech (Fnideq). «Todas las personas detenidas fueron sometidas a una investigación judicial bajo la supervisión de la fiscalía competente, con el fin de determinar todas las ramificaciones y posibles vínculos de este acto delictivo» detallaba el comunicado.
Para Ana Rosado, miembro del equipo de migraciones de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA), es «demasiada casualidad» que estas redadas se produzcan y se hagan públicas, «justamente después de que se firmara el acuerdo entre España y Marruecos el pasado 8 de junio, y ahora sea la cumbre de la OTAN en Madrid». Rosado además, hace un llamamiento al Gobierno, «se tiene que poner las pilas», dice, «tiene que abrir una investigación para esclarecer lo ocurrido, velar porque se cumplan los derechos humanos y no segir subcontratando esa represión a terceros países… Esto es fruto de esa externalización de fronteras«, sentencia recordando que «por desgracia los compañeros de la AMDH de Nador llevan mucho tiempo diciéndonos lo que esta pasando: Europa mira hacia otro lado y que ahora venga Marruecos con esto… es la estrategia de militarización y securitización de la frontera».
Caminando Fronteras; Collectif des Communautés Subsahariennes au Maroc; Association Aides Aux Migrants en Situation Vulnerable; Attac Marox; L’association Marocaine des Droits Humains denunciaban en un comunicado tras la «masacre de Melilla» que las condiciones de la tragedia de este viernes 24 de junio «se vienen sucediendo desde hace varias semanas. Las campañas de detenciones, las redadas en los campamentos y los desplazamientos forzados contra las comunidades migrantes en Nador y su región presagiaban este drama escrito de antemano».
Sin embargo, aunque estas detenciones cerca de Ceuta han trascendido públicamente, «Marruecos lleva haciendo redadas continuas desde antes de Navidad», según afirman fuentes solventes a El Foro de Ceuta, que aseguran que durante el estado de emergencia en el país vecino no hubo mucha actividad por los bosques cercanos a Ceuta, ya que se desvió de nuevo la ruta hacia Canarias, una de las más mortíferas, «donde sí que habían dejado de salir las patrulleras de la marina real, fue un toque de atención por el tema de las aguas hasta que ocurrió lo de Ghali».
La reanudación de la cooperación en materia de seguridad en el ámbito de la migración entre Marruecos y España en marzo de 2022 ha tenido como consecuencia directa la multiplicación de las acciones coordinadas entre ambos países, acciones que «están marcadas por las violaciones de los derechos humanos de las personas migrantes en el norte (Nador, Tetuán y Tánger), así como en el sur de Marruecos (El Aaiún, Dajla)», aseguran Caminando Fronteras; Collectif des Communautés Subsahariennes au Maroc; Association Aides Aux Migrants en Situation Vulnerable; Attac Marox; L’association Marocaine des Droits Humains.
Las organizaciones denuncian que «el drama de este día tan triste es la consecuencia de una presión planificada contra los exiliados» y aseguran que «desde hace más de un año y medio, los migrantes de Nador no tienen acceso a medicamentos ni a atención sanitaria, sus campamentos han sido incendiados y sus bienes saqueados, sus escasos alimentos destruidos e incluso se ha confiscado la poca agua potable de la que disponen en los campamentos».
La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) también denunciaba duramente que la tragedia en Melilla y las redadas que soportan las personas migrantes en Marruecos «es el coste de la externalización de fronteras y de poner en manos de un país que no respeta los derechos humanos como Marruecos la responsabilidad de controlarlas. Contar con una oficina de asilo en nuestra frontera sur para cubrir el expediente, sin que puedan acceder las personas de origen subsahariano, es una falacia y la mayor hipocresía que puede tener un Estado de Derecho», señala Estrella Galán, directora general de CEAR.
Organizaciones como Solidary Wheels, Iridia, No Name Kitchen, SOS Refugiados Europa, Novact, Geum Doudou también han denunciado en varias ocasiones «la hostilidad en los asentamientos en los que las personas en tránsito, sobre todo personas negras provenientes de África occidental central, se ven obligadas a vivir se está volviendo insostenible«, alegan que cada vez son más las personas detenidas, «en algunos casos separadas de sus familias y forzosamente desplazadas hacia el sur del país».
Omar Naji, responsable de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) en Nador, denunciaba que “los enfrentamientos fueron especialmente violentos, algo sin precedentes (…) la represión está en todas partes», además advertía en su cuenta de Twitter que los migrantes fueron tratados de forma «violenta e inhumana» y que «quedaron sin ayuda en el lugar durante horas, lo que incrementó el número de muertes». Además, apunta directamente a la responsabilidad de España y Marruecos, ya que lo vivido en Melilla el viernes fue «un auténtico desastre, que muestra las primeras consecuencias de los últimos acuerdos marroquíes-españoles».
Las declaraciones de Sánchez, «una vergüenza»
Las declaraciones realizadas por el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, tampoco están exentas de polémica, ya que el presidente del Ejecutivo felicitaba a las fuerzas marroquíes por sus actuaciones al otro lado de la valla. Elín mostraba su incomprensión a «cómo el presidente del Gobierno puede felicitar a Marruecos por estas actuaciones cuando, según fuentes de Rabat, de momento han perdido la vida más de una veintena de personas y otras 322 han resultado heridas al caer en una vaguada de la valla».
Por su parte, la CGT de Andalucía, Ceuta y Melilla mostraba su vergüenza tras las declaraciones del Presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, justificando las actuaciones de la gendarmería aun en suelo español y las consideramos bochornosas y carentes de la más mínima humanidad exigiendo su dimisión inmediata ante unos posicionamientos propios de Abascal&cia. Matar a personas indefensas no es cooperación internacional, son asesinatos impunes”.
“Un río de sangre, desolación y muerte ha teñido de nuevo la Frontera Sur con Melilla esta vez a manos de la gendarmería marroquí que incluso ha procedido a entrar en suelo español para realizar devoluciones en caliente, mientras el Gobierno español se dedica a mirar para otro lado y aplaudir las actuaciones represivas, ilegales y antiderechos humanos del reino de Marruecos”. denuncian desde la CGT.
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